—¿Qué es una Ciudad por el Comercio Justo?

—Es una ciudad en la que todos los agentes, desde la ciudadanía al sector público y privado, apoyan el comercio justo a través de la compra, la sensibilización y la comunicación. Es decir, que está comprometida con el desarrollo sostenible y que fomenta este tipo de comercio más equitativo con los derechos laborales de las personas productoras del Sur.

—¿Cuántas hay en España?

—En España tenemos 40 ciudades que trabajan dentro del programa; y con el título hay 18, Zaragoza entre ellas.

—¿Qué requisitos hay que cumplir para ostentar el título de Ciudad por el Comercio Justo?

—Son seis: que el ayuntamiento haga una declaración en el pleno municipal de que reconoce la ciudad como tal y se comprometa a fomentar contrataciones públicas con criterios de comercio justo; ofrecer productos de comercio justo en cafés, restaurantes y tiendas de la ciudad; que las empresas privadas, oenegés, asociaciones y centros educativos muestren su apoyo a través del desarrollo de acciones de sensibilización, de consumo y compra o incidencia; que se desarrollen acciones de comunicación y sensibilización que acerquen la realidad del comercio justo; la formación de grupos de trabajo que pongan en marcha dichas actividades; y, por último, apoyar a los productores locales a través de ferias.

—¿Qué trayectoria está teniendo el comercio justo en España?

—El comercio justo en España tiene una trayectoria de más de 30 años, pero todavía queda muchísimo por hacer. El crecimiento, respecto a otros países europeos, es lento. El consumo medio de cada habitante español es de 1,60 euros al año, mientras que la media europea está en torno a los 10 euros. Todavía hay mucha gente que ni siquiera lo conoce. El acto de un consumo justo es político. A través de él podemos elegir qué tipo de economía queremos apoyar: un tipo de comercio que tenga en cuenta los derechos laborales, que sea más equitativo.

—¿A qué metas se aspira?

—Lo ideal sería que en todos los barrios estuvieran presentes los productos de comercio justo y que las administraciones lo apoyaran en las compras de productos.

—Existe una idea generalizada de que los productos de comercio justo son más caros.

—Si los comparamos con los productos de venta tradicional sí nos pueden parecer más caros -aunque la diferencia en tu tíquet de la compra es mínima-, pero si pensamos en lo que hay detrás de estos productos -respeto al medio ambiente y una retribución justa por el trabajo-, no nos parecerían tan caros. Al final se trata de las prioridades de cada uno y qué tipo de empresas quieres apoyar con tu acto de consumo: empresas que sean responsables con las personas y el planea u otras que no respeten estas cuestiones. Por ejemplo, esto se ve muy claro en las compañías textiles en países como Bangladés, con salarios que no llegan a los 60 euros al mes y jornadas laborales de 12 horas. Se trata simplemente de ser un poco más consciente en tu consumo diario y más consciente de que hay personas que están siendo explotadas laboralmente.

—¿Cómo mejora la calidad de vida de los productores y las familias del Sur gracias a un comercio justo aquí?

—La calidad de vida de las comunidades productoras mejora radicalmente cuando las personas comienzan a trabajar en una cooperativa de comercio justo. Reciben unos ingresos equitativos a su trabajo, les permite tener una vida mucho más digna, tienen capacidad de ahorro, sus hijos e hijas pueden ir al colegio e incluso a la universidad... En el caso de las mujeres es muy significativo porque se les apoya en el acceso a un trabajo, a salir de casa y en la participación política en las organizaciones. Comienzan a tener un reconocimiento más allá de su condición de mujeres que antes no tenían.

—¿Cómo se alían los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con las Ciudades por el Comercio Justo?

—El comercio justo incide directamente en el Objetivo 1, qué es la erradicación del hambre y la pobreza; y con el Objetivo 12, que es el consumo responsable. Dentro de la Agenda 2030 se les pide a las administraciones que introduzcan criterios éticos en las contrataciones públicas.

—Zaragoza será la sede del V Encuentro de Ciudades por el Comercio Justo el próximo mes de octubre. ¿En qué consiste esta cita?

—Es un encuentro en el qué participan entidades públicas y privadas y en el qué se comparten buenas prácticas, se hacen talleres y grupos de trabajo para mejorar la campaña y se marcan objetivos. Como dice la palabra, es una fecha para encontrarnos y compartir experiencias, un espacio de aprendizaje.