-¿Este lunes, con motivo de la celebración del Día Internacional del Trabajo, Plena Inclusión lanzó la campaña #Todoal27. ¿A qué hace referencia ese nombre?

-El nombre de la campaña #Todoal27 hace referencia al artículo 27 de la Convención sobre Derechos de las Personas con Discapacidad, que se refiere al derecho al empleo en igualdad de condiciones y a la construcción de entornos laborales accesibles, abiertos e inclusivos para ellas.

-¿Qué se persigue con esta campaña?

-Buscamos el compromiso de todos los agentes implicados, pues todavía se producen muchas situaciones de discriminación a causa de la discapacidad en el entorno laboral. La primera reivindicación es el cumplimiento de la reserva de empleo público para las personas con discapacidad. Está fijado en el 2%, pero no se están cubriendo todas las plazas. También pedimos que los contenidos de las convocatorias para cubrir esas plazas de funcionarios tengan en cuenta la accesibilidad cognitiva. Otro de los puntos reivindicativos se refiere a la discriminación salarial que sufre este colectivo. En esta campaña hablamos también de la importancia de eliminar barreras en el ámbito de la formación. Y, por último, también hacemos hincapié en el empleo personalizado, un nuevo modelo promovido por Plena Inclusión y que va dirigido a las personas que tienen más necesidades de apoyo.

-Este año se sumaron por primera vez a la manifestación del 1 de mayo en Zaragoza personas con discapacidad intelectual de la asociación Los que no se rinden, integrada en Plena Inclusión Aragón. ¿Cuáles eran sus reclamaciones?

-Además de sumarse a las reivindicaciones de Plena Inclusión que acabo de describir, en lo que ellos hicieron más énfasis es en la necesidad de remover los obstáculos con los que se encuentan a la hora de acceder a un trabajo, especialmente en el mercado ordinario, al que no pueden acceder en igualdad de condiciones.

-Una reivindicación a tener muy en cuenta, ya que la particularidad de esta asociación es que son las personas con discapacidad intelectual las que se representan a sí mismas.

-Así es. La mayoría de las asociaciones que defienden los intereses de este colectivo están formadas por familiares y profesionales, pero Los que no se rinden es la primera asociación estatal compuesta únicamente por personas con discapacidad intelectual. Desde Plena Inclusión les dimos solamente el primer empujón, pero ellos están perfectamente capacitados para defender sus derechos en primera persona.

-¿Hasta qué punto es importante el empleo para lograr una inclusión real de las personas con discapacidad intelectual?

-El empleo es uno de los principales aspectos para lograr la integración de cualquier persona. Es muy importante para todas, pero para las personas con discapacidad intelectual lo es especialmente, porque favorece su autonomía personal y su participación en la vida de la comunidad. Yo creo que también redefine su rol familiar; si no, siempre tienen que estar dependiendo de sus parientes. El trabajo mejora su nivel de autoestima. Pero, a la vez, esos beneficios personales tienen también un retorno importante para la sociedad. Por una parte, supone un ahorro de prestaciones y recursos sociales que tendrían que percibir si no estuvieran trabajando. Y, por otra parte, si trabajan, están contribuyendo a la financiación de la Seguridad Social y al fisco. Además, eso facilitaría el retorno al mercado laboral a los miembros de su familia que dejaron de trabajar precisamente para atenderles a ellos.

-¿Qué medidas harían falta para aumentar las posibilidades de desarrollo profesional de estas personas?

-Es importante promover medidas que generen un empleo estable y de calidad. Esas medidas serían informar, orientar y asesorar a profesionales y a personas con discapacidad intelectual y sus familias. Pero, sobre todo, el gran reto es hacer ver a las empresas todo el potencial de estas personas. Muchas veces, a las empresas les cuesta incluirlos en sus itinerarios laborales debido a los tópicos que hay en torno a la discapacidad intelectual. Las empresas que prueban, una vez los conocen, suelen integrarlos muy bien.

-Sin embargo, la realidad es que su tasa de actividad está muy por debajo de la media de la población general.

-Efectivamente. Si la tasa de actividad de la población general se sitúa en España en torno al 78 o el 80%, la de la discapacidad se sitúa en el 34%. Pero la de las personas con discapacidad intelectual baja todavía más, y se coloca en un 23,4%, o lo que es lo mismo, una de cada cuatro personas con discapacidad intelectual en edad laboral no tienen trabajo o no lo están buscando.Y a eso hay que sumar la tasa de paro, que para este colectivo se sitúa en el 51%. Es decir, que de ese 23,4%, solo está trabajando la mitad. Y la mayoría lo viene realizando en centros especiales de empleo.

-¿Sería deseable que se integrasen más en las plantillas de empresas ordinarias o de la Administración, y no tanto en los centros especiales de empleo?

-Así es. Pero hoy en día, aproximadamente el 70% de las personas con discapacidad intelectual que están trabajando, lo hacen en centros especiales de empleo promovidos o gestionados por las propias entidades que les dan apoyo. A pesar de que el último año subió un 3,7% la contratación de personas con discapacidad, la verdad es que esos contratos se vienen realizando en su mayoría a personas con una discapacidad inferior al 45%. Las personas cuya discapacidad es intelectual lo tienen más difícil.

-Entre las reivindicaciones de Plena Inclusión para este pasado 1 de mayo ha mencionado usted la discrimación salarial. ¿Existen datos sobre su magnitud?

-En el caso de las personas con discapacidad intelectual, su salario es de media un 35% inferior respecto al resto de los discapacitados, y un 45% si se compara con el resto de los trabajadores. El precio por hora del trabajo de una persona con discapacidad intelectual es de aproximadamente 7,5 euros, frente a los 14,7 de la media.

-¿Qué medidas impulsa Plena Inclusión para favorecer el acceso al empleo de estas personas?

-Formamos y orientamos a las personas con discapacidad intelectual, pero también a sus familias, que son las que muchas veces, por excepticismo o por sobreprotección, frenan ese acceso. Y también informamos a las empresas para derribar mitos y que se comprometan.