Según el IV Análisis de datos de empleo y discapacidad intelectual elaborado por la Asociación Empresarial para la Discapacidad (Aedis) con datos de las últimas encuestas oficiales correspondientes al 2019, la discapacidad intelectual sigue presentando una de las tasas de actividad y de empleo más bajas entre todas las discapacidades (3,7 y 5,5 puntos por debajo de la discapacidad en general, respectivamente). Respecto al año anterior, la tasa de actividad ha caído 0,8 puntos, mientras que la tasa de empleo ha experimentado una ligera subida de 0,2 puntos.

Ante estos datos, Aedis, patronal de entidades y empresas que prestan servicios de atención a personas con discapacidad, alerta de que el empleo del colectivo está en peligro, sobre todo si se tiene en cuenta que estos datos corresponden al 2019 y no acusan aún el impacto de la pandemia, que según las últimas referencias de los trimestres del 2020 apuntan a un desplome de la contratación superior al 30%.

En previsión de que la situación puede volverse crítica, la patronal de la discapacidad insta al Ministerio de Trabajo y Economía Social y a las administraciones autonómicas a que tomen medidas urgentes para que las personas con especiales dificultades para la inserción laboral, entre las que se encuentran las que viven con discapacidad intelectual, no pierdan sus empleos, que ha costado mucho crear y mantener, tanto en el mercado ordinario de trabajo como en el empleo protegido.

La mayoría de estas personas está trabajando en los centros especiales de empleo (CEE) de iniciativa social. Por ello, Aedis y las entidades a las que representa solicitan también al Gobierno que priorice a estas empresas de economía social y tome medidas para el mantenimiento del empleo de este colectivo y la supervivencia de este tejido social y empresarial.

Otros datos que se pueden extraer del ‘IV Análisis de datos de empleo y discapacidad intelectual’ en relación con la población ocupada y las medidas del fomento del empleo es que el 26,7% de las personas con discapacidad ocupadas que cotizaron a la Seguridad Social en el 2019 tenía algún tipo de reducción o bonificación en las cotizaciones, porcentaje que llega hasta el 48,7% en el caso de la discapacidad intelectual. En cuanto al tipo de contrato, el 26,6% está de alta con el contrato específico de discapacidad, llegando hasta el 48,3% para la discapacidad intelectual.

En el mercado ordinario de trabajo se ha experimentado un ligero incremento de los ocupados con discapacidad respecto al año 2018, pero cabe destacar que la discapacidad intelectual tan solo representa el 5%, ya que la mayoría trabaja en el mercado protegido.

En España hay 2.202 centros especiales de empleo (CEE), 71 en Aragón, que dan trabajo a un total de 97.653 personas con discapacidad (2.664 aragonesas), el 49,77% de las cuales presenta grandes necesidades de apoyo. Estos centros han experimentado un aumento de las plantillas del 7,5% en el 2019 y registran un 54,7% de contratos de trabajo indefinido.

Respecto al tipo de CEE, los de iniciativa social, que son la mitad que los de iniciativa empresarial (738 frente a 1.484), son el principal empleador de las personas con mayores necesidades de apoyo.

Un dato preocupante que se extrae del informe es que la plantilla actual de estos centros está muy envejecida: el 56,7% del total de trabajadores con discapacidad empleados en los CEE de toda España tienen 45 años o más. Una tendencia que viene incrementándose en los últimos cinco años, pasando de 24.779 trabajadores en el 2013 a más que duplicarse en el 2019, con 55.425 empleados.