Según Oxfam Intermón, los paraísos fiscales «juegan un papel determinante» en la tendencia a la baja de la tributación empresarial ya que, dicen, «actúan como catalizadores de esta competencia fiscal».

Los paraísos fiscales son, según esta oenegé, los grandes agujeros negros de la fiscalidad internacional ya que, al ser territorios con un nivel de impuestos bajo o directamente nulo y resultar prácticamente opacos, permiten a grandes empresas y fortunas desviar beneficios y capitales que deberían tributar en sus países de origen.

El informe ‘El dinero que no ves. Paraísos fiscales y desigualdad’ elaborado por Oxfam pone de manifiesto cómo la utilización de estos territorios se incrementa. La inversión mundial hacia ellos se ha multiplicado por cuatro en los últimos 15 años.

En el caso de España, este aumento se ha producido en un solo año, entre el 2015 y el 2016, pasando de 2.250 millones de euros a 9.544 millones de euros (un 45% más), de forma que uno de cada cuatro euros de la inversión española en el exterior ya va hacia paraísos fiscales.

La inversión española que se dirige hacia paraísos fiscales es un 27% superior a la que se destina a Latinoamérica y más de la mitad de la inversión extranjera que entra en España proviene de paraísos fiscales.

La entidad estima que el 90% de las grandes empresas internacionales tiene presencia en paraísos fiscales

Oxfam Intermón también revela cuáles son los 15 paraísos fiscales más agresivos del mundo por su falta de transparencia, los privilegios fiscales injustos y la ausencia de cooperación en iniciativas contra la evasión fiscal y la elusión de impuestos: Islas Bermudas, Islas Caimán, Países Bajos, Suiza, Singapur, Irlanda, Luxemburgo, Curazao, Hong Kong, Chipre, Islas Bahamas, Jersey, Barbados, Mauricio y las Islas Vírgenes Británicas. De estos, solo cuatro están oficialmente en la lista española de paraísos fiscales.