España sigue siendo el segundo país de la Unión Europea donde más ha crecido la desigualdad desde que estalló la crisis, tan solo detrás de Chipre, y 20 veces más que el promedio europeo. Desde el 2014 crece el PIB, pero los resultados de esta reactivación económica solo parecen beneficiar a una minoría mientras que la desigualdad se cronifica e intensifica.

En el último año, han surgido 7.000 nuevos millonarios, aproximadamente 20 al día. El 10% de los españoles más ricos concentran ya más riqueza (un 56,2%) que el resto de la población. Y mientras la fortuna de los 3 más ricos aumentó en un tres por ciento, el 30% más pobre del país perdió un tercio de la suya.

Para José María Vera, director general de Oxfam Intermón, «el modelo económico en España tiene un doble problema: se genera una alta desigualdad de mercado, sobre todo por la fragilidad del empleo y la caída salarial, mientras el sistema fiscal, insuficiente y regresivo, no garantiza la redistribución».

Además, entre el 2008 y el 2014, los salarios más bajos cayeron un 28% mientras los más altos menguaron.