-Dani Díaz pedaleará 400 kilómetros por Alejandra de la mano de Asdes. ¿Quién es Alejandra, y qué le ocurre?

-Alejandra es una niña de seis años con un 70% de discapacidad y un grado 3 de dependencia reconocido por el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS). Tuvo unos problemas a nacer y de ahí todo su cuadro posterior.

-¿Para qué necesita la ayuda?

-Está muy bien cubierta por el sistema público de salud, pero hay una serie de cosas donde este no llega. Ahí entran la fisioterapia acuática o los logopedas de apoyo. Pero son temas costosos y, por eso, sus padres necesitan de toda la ayuda que se les pueda brindar. Tanto Sandra como Nacho son personas normales, con su trabajo, para quienes supone un sacrificio importante llevarla a todos estos sitios. Pero, ¿qué no haría un padre por sus hijos y por mejorar su calidad de vida?

-¿Y quién es Dani Díaz?

-Es mi compañero en el Club Ciclista Ebro, guardia civil y una persona comprometida, con un componente solidario importante, que un día me comentó que le gustaría hacer algo para Asdes.

-De hecho, ya no es la primera vez que Dani Díaz colabora con Asdes. ¿Cuál fue la anterior?

-En el 2016 ya corrió para Marc, un chico con otro problema y necesitaba ayuda.

-¿Cómo eligen cada año la causa?

-Actualmente lo hacemos entre Dani y yo porque estamos arrancando. Pero ya nos están llegando propuestas para próximos años. En Asdes acostumbramos a hacer las cosas poquito a poco y sin mucho ruido. Lo que pretendemos también es visibilizar que hay unos niños con unas necesidades especiales que necesitan ayuda. Por esto mismo, el pasado domingo, CAI Deporte Adaptado nos concedió el Premio Adapta por apoyo al deporte discapacitado.

-Dani es el que va a correr pero, ¿cómo podemos ayudar los demás?

-Es muy sencillo. Entrando en nuestra web (www.asdes.org) hay un enlace que lleva a una página de inscripción. Ahí seleccionas cómo quieres asumir el reto. Puedes aportar 40 euros, que serían 10 céntimos por kilómetro que recorra Dani, o también está abierto a todo el mundo para que dé 10, 20 o 30 euros. Toda ayuda para Alejandra suma.

-Los últimos casos de estafas, ¿pueden dañar a iniciativas como el Reto Bici?

-Hacen daño. Utilizar la buena voluntad de las personas para enriquecerse es triste y vergonzoso. Los sentimientos de la gente comprometida son muy fácilmente manipulables. Los dos últimos casos mediáticos de estafas pueden hacer que la gente se vuelva más reticente a la hora de colaborar con otras familias que realmente lo necesitan. Pero en Asdes siempre hemos presumido de transparencia. Los casos que elegimos apoyar son contrastables y disponemos de documentación.

-Además, en Asdes pueden presumir de un sello de garantía avalado por las Naciones Unidas.

-Desde hace un año somos miembros del Pacto Mundial de las Naciones Unidas por la Responsabilidad Social. En una charla en Ibercaja vino el secretario de Naciones Unidas para dicho pacto y dijo que le gustaba mucho lo que estamos haciendo y que por qué no presentábamos nuestra candidatura, y ahí estamos, junto a grandes multinacionales, siendo la entidad más pequeña de Aragón del pacto. Cuando actuamos, o cuando buscamos patrocinadores, les hacemos firmar un documento en el que garantizan que respetan los diez principios de este pacto (derechos humanos, ámbito laboral, medio ambiente y anticorrupción). No miramos para otro lado con tal de conseguir fondos.

-¿Cuál es la filosofía de Asdes? ¿Cómo unen el deporte y la solidaridad?

-El deporte, bien practicado, es una escuela bestial de educación en valores. Ya lo decía Mandela, que la herramienta para cambiar el mundo es la educación en valores. Cuando hablo con niños que participan en nuestro programa Un céntimo, una sonrisa les digo que el entrenamiento y el sacrificio, unidos al esfuerzo, al compañerismo, la integración y la igualdad hacen posible lograr el objetivo de practicar un buen deporte, pero también de ayudar a los demás. Lo importante es que son los propios niños quienes aportan unos céntimos por cada gol o canasta que marcan sus equipos a lo largo de la temporada. Así son conscientes de cómo su esfuerzo va a servir, en este caso, para apoyar al único hospital infantil que hay en Malawi. Estamos educando a solidarios y a gente comprometida.

-¿Qué otro tipo de iniciativas realizan?

-Tenemos un campus de verano en el que se practica fútbol, pero nuestro objetivo es que se formen, sobre todo, para ser mejores personas. A parte de las actividades deportivas y de tiempo libre, reciben charlas sobre acoso escolar, consumo responsable y sostenible, violencia de género… Todavía quedan plazas. Los interesados pueden entrar en nuestra página web.