María del Mar Sánchez-Fuentes, profesora de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Zaragoza, y Nieves Moyano, profesora de la Universidad de Jaén, han realizado un estudio sobre el acoso LGTBfóbico en las escuelas, que proporciona estrategias con las que prevenirlo. Entre sus conclusiones, señalan el hecho de ser LGTB como un factor de mayor vulnerabilidad para sufrir bullying, y que los chicos lo padecen con más frecuencia.

En el colegio se pueden detectar ciertos factores de riesgo y de protección. Por ejemplo, aspectos que protegerían a los adolescentes LGTB de sufrir del acoso son formar parte del grupo, contar con apoyo social y con medidas de educación inclusiva, políticas y planes de estudio de apoyo.

Por otro lado, se detectan factores importantes que predisponen a agredir, como son tener actitudes homofóbicas, prejuicios sexuales, legitimar el acoso homofóbico y la desvinculación moral.

Las consecuencias de sufrir acoso homofóbico son un bajo rendimiento académico, mayor absentismo escolar, los efectos negativos sobre el sentimiento de pertenencia a la escuela y diversas emociones y sentimientos negativos.

Finalmente, se plantean estrategias o barreras para gestionar el acoso escolar. Desde la perspectiva del profesor, la toma de conciencia y autoeficacia; desde el punto de vista del alumnado, es más probable que intervenga cuando ve que otros lo hacen.

Entre los obstáculos para abordar el acoso homofóbico se señala la incomodidad percibida por los estudiantes al hablar sobre su sexualidad con los maestros, pero también de los docentes, la falta de prioridad dada a estos tipos de acoso y las opiniones de los padres acerca de la homosexualidad.