Cuando se analiza la colaboración entre las organizaciones no gubernamentales de los países proveedores y receptores en relación al fortalecimiento de la sociedad civil local hay que poner el foco en dos cuestiones. La primera es el traspaso de competencias y responsabilidades. Una relación de colaboración sostenida en el tiempo entre entidades no gubernamentales de ambos lados exige contar con indicadores respecto al grado en que las entidades proveedoras han ido traspasando competencias y responsabilidades a sus socios locales para cumplir con su misión de fortalecimiento.

Respecto de los niveles de interlocución, muchos gobiernos locales son reacios a reconocer a los actores de la sociedad civil de sus propios países como interlocutores legítimos. Por tanto, cuando las organizaciones extranjeras toman la iniciativa de tener una interlocución directa con esos gobiernos locales, sin la mediación de sus contrapartes, contribuyen a deslegitimar la incidencia de la sociedad civil sobre las políticas públicas de su país.