El Gobierno húngaro presentó ayer en el Parlamento un polémico proyecto de ley que penaliza a quienes ayuden a inmigrantes en situación irregular con penas de hasta un año de cárcel. Según el texto, el apoyo a la inmigración ilegal se produce, entre otros aspectos, cuando se ayuda en la solicitud de asilo de una persona que no es perseguida o se logra un permiso de residencia para un inmigrante que entró o permanece en Hungría de manera irregular. Por otra parte, la ley planeada también prevé que si alguien apoya la inmigración ilegal de una manera duradera o con dinero puede ser castigado con un año de prisión, o si realiza esa actividad a menos de ocho kilómetros desde las fronteras.