La crisis alimentaria afectará a más de 750.000 personas a partir de julio en Senegal, que este verano vivirá la peor crisis alimentaria desde el 2012, por una sequía que se ha extendido por el norte del país. Aunque el Gobierno y la comunidad humanitaria han puesto en marcha medidas de contención, el sistema nacional de salud tendrá serias dificultades para poder tratar a todos los niños y niñas que sufrirán en primera instancia el impacto nutricional de la crisis. Será la estación del hambre más dura en los últimos seis años en Sahel, una región donde el cambio climático está aumentando la recurrencia e intensidad de las sequías.