El próximo 23 de septiembre, la asociación Omsida celebra el III Encuentro Empresa y VIH en el Centro Joaquín Roncal. Se puede asistir de manera presencial o en streaming, pero también existe la posibilidad de preguntar por videoconferencia, a través de Zoom. La participación es gratuita, pero es necesario cumplimentar previamente un formulario de inscripción, disponible en www.omsida.org

- El 23 de septiembre, Omsida celebra el III Encuentro Empresa y VIH. ¿Cómo les ha condicionado la pandemia?

- Lo íbamos a hacer en junio, al igual que otros años, pero por la situación del covid-19 lo hemos tenido que retrasar y modificar en algún aspecto. El principal cambio es que por primera vez emitiremos la jornada en streaming, y que también se pondrá intervenir y plantear dudas a los participantes de la mesa a través de Zoom. Esto nos ha facilitado que lleguen inscripciones de toda España.

- ¿Cuáles han sido las últimas conquistas sociales para las personas seropositivas?

- Se ha avanzado mucho a nivel normativo. Ha costado años que las personas con VIH puedan acceder a la función pública, pues estaban excluidas de la Policía, la Guardia Civil, los Bomberos o el Ejército, pero el año pasado se consiguió. Se ha avanzado también en otros temas, como los seguros, que han dejado de discriminar a las personas con VIH.

- Sin embargo, las relaciones laborales, en torno a las que gira su jornada, ¿siguen siendo complicadas para las personas VIH+?

- Existen actos discriminatorios, pero normalmente están encubiertos. El despido por VIH no es procedente, por lo que la empresa suele buscar otra justificación. Las personas con VIH tienen mucho miedo a la hora de acceder a un puesto de trabajo. Primero, por que se puedan enterar de su estado serológico a través de las analíticas anuales que se hacen en las empresas. Aunque la prueba del VIH no te la pueden hacer sin tu consentimiento, sigue habiendo temor a las consecuencias laborales que esto pueda tener, por el estigma asociado al VIH.

- ¿Cuál es el objetivo del encuentro?

- Es sensibilizar e informar a los agentes sociales, sindicatos y asociaciones de empresarios, y al sector público, de la nueva realidad del VIH. Hoy en día es una enfermedad crónica y en la mayoría de los casos no afecta para nada al rendimiento laboral. Es altamente improbable que exista riesgo de infección por estar trabajando al lado de una persona con VIH. Actualmente, casi todas las personas infectadas tenemos una carga viral indetectable. Y, si es indetectable, es intrasmisible. También queremos concienciar a los empresarios de que, dentro de la prevención en el ámbito laboral, es importante informar, sensibilizar y acometer acciones preventivas en las empresas, que el VIH no se quede en los espacios sanitarios.

- Es decir, que apelarán a su responsabilidad social.

- Sí. Precisamente, Omsida obtuvo recientemente el sello de responsabilidad social corporativa aragonesa, que compromete a las empresas y entidades a participar en acciones de desarrollo social. Pretendemos explicar cómo y de qué manera pueden colaborar para desarrollar sus acciones de responsabilidad social en relación con el VIH. Hay muchos ejemplos en nuestro país, como un laboratorio que tiene un programa por el que contrata a personas con VIH y las incorpora dentro de un equipo, demostrando que no tienen ningún problema a la hora de trabajar. También hay cadenas de hoteles comprometidas, y queremos que sirvan de referencia. Hay muchas formas de hacerlo, y ofreceremos un abanico de posibilidades para implicar al sector empresarial en la lucha contra el VIH y, sobre todo, contra la discriminación y el estigma.

- ¿Qué supone ese estigma?

- Es la asignatura pendiente. A nivel sanitario se ha avanzado mucho, pero a nivel social queda mucho trabajo por hacer. El estigma social no solo supone una vulneración de los derechos, es asimismo una barrera que dificulta el acceso a los servicios de salud, de prevención, de diagnóstico y de tratamiento. Muchas personas no se hacen la prueba del VIH por miedo a ese estigma, algo que no ocurre otras enfermedades, lo que favorece su propagación porque, al no conocer su estado serológico, puede haber algún caso positivo que tenga relaciones sin protección. Cerca del 50% de los nuevos casos se conocen mediante un diagnóstico tardío. Son personas que llevan mucho tiempo con la infección y, cuando llegan al sistema sanitario, tienen un sistema inmunológico muy deteriorado y probablemente alguna enfermedad oportunista, y todas las practicas que haya tenido son de alto riesgo.

- Otro asunto que abordarán en el encuentro es el pacto nacional contra la discriminación y por la igualdad de trato asociada al VIH. ¿En qué consiste?

- Tiene como objetivo eliminar el estigma hacia las personas con VIH, garantizar la igualdad de oportunidades y la no discriminación, respetando los derechos fundamentales y la diversidad de las personas afectadas. Para abordar esta situación se requiere una respuesta global y multisectorial, consensuada por todos los agentes clave: instituciones públicas, comunidades autónomas, entidades sociales locales, sindicatos, asociaciones científicas, empresas, medios de comunicación, universidades… Todas las organizaciones que deseen adherirse a este pacto nacional pueden hacerlo a través de la página web https://pactosocialvih.es.

- ¿Existe algo similar en Aragón?

- En Aragón fuimos pioneros en la implementación del pacto social, que se creó hace más de dos años con la Consejería de Sanidad. En este grupo empezamos a ver que había una serie de normas estatales, autonómicas y locales altamente discriminatorias, como que una persona con VIH no podía ser taxista ni acceder a un colegio mayor, pero ya no responden a la realidad del VIH. Son de los años 90, cuando este se consideraba una enfermedad infectocontagiosa, aunque no se contagia casualmente, por el aire, ni por el agua. Es infectotransmisible. Según estas normativas no podemos ir a piscinas, balnearios ni polideportivos. Son obsoletas y de difícil aplicación, pero fomentan la discriminación hacia personas con VIH. Junto al Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de Aragón estamos tratando de cambiarlas. Fuimos un ejemplo a nivel estatal, y esperamos retomar la actividad, que se vio interrumpida con el covid.