- ¿Ha abierto Omsida su nuevo centro pensando en algún colectivo o perfil de usuario concreto?

- Lo hemos abierto pensando en las carencias qua había, sobre todo ante el aumento de las infecciones de transmisión sexual, especialmente gonorrea y sífilis. Está dirigido a toda persona sexualmente activa. Cuanto más activa sea, más posibilidades hay de que venga. Aunque las personas más vulnerables, como los trabajadores y trabajadoras sexuales, algunos de los cuales no tienen siquiera acceso a la sanidad pública, son las que más se pueden beneficiar de estos servicios. También los hombres que tienen sexo con hombres, entre los que hay mayor prevalencia de nuevas infecciones, y la gente joven, entre la que están asimismo aumentando.

- Cuando una prueba da positivo, ¿qué protocolo se sigue?

- Con las ITS seguiremos el mismo protocolo que venimos siguiendo con las pruebas del VIH desde hace diez años: una derivación al sistema de salud. Pero al convertirnos en un centro sanitario reconocido oficialmente por el Gobierno de Aragón, esta derivación será más formal, de médico a médico. En función del tipo de resultado, la derivación se hará a atención primaria o especializada.

- Y esas personas que no tienen tarjeta sanitaria, ¿serán atendidas en la sanidad pública cuando las derive Omsida?

- Sí, accederán al sistema sanitario porque las infecciones de transmisión sexual (ITS) y el VIH son un problema de salud pública.

- ¿Generan muchas dudas las nuevas terapias, como la profilaxis preexposición?

- Es un tratamiento relativamente nuevo, pues se incorporó a la cartera de servicios el pasado enero. Se mandó una circular a los médicos explicándoles cuáles son los criterios para su aplicación, pero no ha habido una formación específica. Por lo que sabemos, muchos médicos de atención primaria desconocen su utilidad y cómo administrarlo, y han llegado muy pocos casos a los especialistas. En ZIPI informaremos a los posibles usuarios de estos tratamientos de cuáles son el circuito y los criterios a seguir, para que ellos puedan solicitarlos en el sitio correcto.

- ¿Este tratamiento se va distribuir de forma generalizada o hay que responder a unos perfiles concretos?

- Hay una valoración previa y se han de cumplir una serie de criterios, como por ejemplo haber tenido más de diez parejas, haber utilizado la profilaxis postexposición alguna vez, ser trabajador o trabajadora sexual o ser un hombre que tiene sexo con hombres, entre otros. Y no se trata solo de acceder a un medicamento de dispensación hospitalaria, hay que hacer un seguimiento mensual, y eso es lo más complicado, porque a los especialistas del sistema sanitario les carga de más trabajo. Hay que monitoriza al paciente porque puede tener problemas renales y óseos, y por eso esta medicación se dejó de usar hace años como retroviral.