La aprobación de leyes represivas en países democráticos de Europa y la práctica aniquilación del derecho a informar en Turquía son los dos hechos más relevantes que afectaron a la libertad de información a lo largo del año pasado. Así se desprende del informe anual que la sección española de la oenegé internacional Reporteros Sin Fronteras (RSF) publicó la semana pasada.

«Presentamos este informe en momentos especialmente duros para la profesión, mientras se habla continuamente de posverdad, cuando deberíamos decir simplemente mentira, y cuando las falsas realidades se quieren imponer, a golpe de autoritarismo y matonismo», lamentó presidenta de RSF España, Malén Aznárez.

La era de Erdogan

Turquía fue el máximo protagonista del deterioro de la libertad de información en el 2016. Aznárez se refirió a este país como «la mayor cárcel de periodistas del mundo», amparándose en las cifras que recoge el informe. Un centenar de medios barridos del mapa, miles de despidos, más de 700 carnets de prensa retirados y más de cien periodistas en prisión llevan la firma del régimen de Recep Tayyip Erdogan, desde el fallido golpe de Estado de julio.

Además, al calor del auge del terrorismo y de ideologías populistas, varios gobiernos europeos aprobaron legislaciones restrictivas que han supuesto importantes retrocesos en materia de libertad de la información «y arriesgan peligrosamente el periodismo de investigación, la confidencialidad de las fuentes y la privacidad de las comunicaciones de los informadores», según la presidenta de RSF España.

La llamada Carta de los Fisgones en el Reino Unido, la Ley Mordaza en España o las medidas de espionaje y vigilancia masivos aprobadas en Alemania y Francia son ejemplos de este nuevo caldo de cultivo. Mientras Polonia se dispone a aprobar una nueva conflictiva ley de prensa, Rusia continúa con su escalada controladora e Italia ha autorizado redadas en varias redacciones. «Esta tendencia a la represión nos indica claramente por dónde van los tiros, no solo en Europa, sino en Estados Unidos, y cómo nos tenemos que prevenir», concluyó Malén Aznárez.