De la misma forma que el sector privado ha asumido paulatinamente su responsabilidad con el medio ambiente y con la seguridad de sus trabajadores, el tejido empresarial aragonés también va tomando conciencia de su potencial como agente para la transformación social. Los empresarios se han dado cuenta de que «también tienen que velar porque la sociedad en la que trabajan sea más justa, más solidaria, más responsable y más igualitaria», señala Francisco Galán, tesorero de la Coordinadora Aragonesa de Voluntariado.

Por ello, desde CEOE Aragón, explica su director general, José María García, «trabajamos desde hace tiempo canalizando los deseos de las empresas de ir más allá de su papel meramente laboral o económico». Esas nuevas formas de interacción con la sociedad se están materializando, fundamentalmente, a través de dos acciones. «Por un lado, junto al Gobierno de Aragón y al resto de los agentes sociales, pusimos en marcha hace ya dos años el plan de responsabilidad social de Aragón», apunta García. «Y por otro lado, en octubre del año pasado, firmamos con el Gobierno de Aragón, la Coordinadora Aragonesa de Voluntariado y la Plataforma de Voluntariado de Aragón un convenio de colaboración para tratar de ayudar a desarrollar el voluntariado corporativo».

Fruto de dicho convenio, la sede de CEOE Aragón acogió la semana pasada la jornada Cómo puede mi empresa participar en acciones de voluntariado corporativo. Según su director general, «eran nuestras propias empresas asociadas las que estaban pidiendo» asesoría en esta materia. Ese interés quedó reflejado en la asistencia a la jornada de representantes de más de 100 compañías de todos los tamaños. Y eso que «el voluntariado corporativo todavía es un fenómeno incipiente y propio de las grandes empresas», tal y como señaló en la inauguración el director general de Participación Ciudadana, Transparencia, Cooperación y Voluntariado del Gobierno de Aragón, Raúl Oliván, pero que «poco a poco se está instalando en las medianas empresas».

Se entiende por voluntariado corporativo el conjunto de acciones que la empresa impulsa y apoya para que sus empleados, de forma libre y desinteresada, tengan la oportunidad de practicar acciones dirigidas a un fin social o de interés general a través de organizaciones no lucrativas.

Por el momento, la participación de las empresas españolas en iniciativas de voluntariado corporativo está en torno al 15% mientras que, en otros países de la Unión Europea, como Austria, Suecia y Reino Unido, la cifra es del 40%.

En la jornada celebrada la semana pasada por CEOE Aragón se presentó un estudio desarrado el Gobierno de Aragón sobre el estado del voluntariado corporativo en la comunidad. «No se ha hecho un diagnóstico semejante en ningún otro lugar de España. En este aspecto, como en muchos otros, las empresas aragonesas estamos yendo por delante y abriendo camino», afirmó José María García.

Con este diagnóstico, se ha «mapeado la realidad de un fenómeno emergente que lleva ya unos años en el mundo pero que en España es algo reciente y que nos parece especialmente interesante porque fusiona lo mejor del ecosistema de la participación y el voluntariado con lo mejor del ecosistema de las empresas y la responsabilidad social corporativa», explicó Oliván.

De las 44 empresas que participaron en el estudio, solo el 29% realiza actividades de voluntariado corporativo. Sin embargo, el 97% de las empresas que no lo realiza actualmente manifiesta interés por incorporarlo. Entre las que no lo llevan a cabo, el 62,5% esgrime como principal motivo el desconocimiento acerca de cómo desarrollarlo; el 28,1% afirma no haberse planteado poner en marcha programas de voluntariado; el 21,9% admiten falta de tiempo y el 15,6%, falta de recursos.

En la mayoría de las empresas en las que sí se llevan a cabo programas de voluntariado corporativo, la participación es de, al menos, el 25% de la plantilla. Las motivaciones son principalmente solidarias (en un 88,90%), aunque también existen otras consideraciones como, por ejemplo, la mejora del ambiente laboral y el fomento del trabajo en equipo, la mejora de la imagen de la empresa y el reconocimiento social hacia el empleado por parte del empresario.

El informe sostiene que el alto índice de satisfacción de los voluntarios, junto con la promoción y mejora de la formación de quienes participan en estas acciones, podría resultar un aliciente para que más empresas decidan unirse al voluntariado corporativo. Y es que ayuda a «cohesionar la plantilla, a darle un horizonte emocional a los profesionales» y a generar «una mejora en el ambiente en el trabajo, el espíritu de equipo, la comunicación interpersonal, la inteligencia emocional, el bienestar personal», destacó Oliván. «Son competencias transversales que llevadas al mundo de la empresa todavía son más eficaces».

Además, este tipo de iniciativas también contribuyen a mejorar la imagen pública de la empresa. Pero este «no es un objetivo en sí mismo, sino una derivada más», señaló García. «Lo fundamental del voluntariado corporativo es que contribuya a canalizar los deseos de las personas que formamos parte de las empresas, más allá de nuestro mero papel basado en las relaciones laborales», concluyó el director general de CEOE Aragón.