Todo empezó con un sencillo gesto: un grupo de feligreses, junto con la comunidad religiosa carmelita de Zaragoza, comenzó a repartir de bocadillos. Vista la necesidad social relacionada con la demanda de alimentos, en 1978 decidieron crear un comedor social. Y este fue el germen de la magna obra social que a lo largo del tiempo se ha ido gestionando desde la parroquia de Nuestra Señora del Carmen de la capital aragonesa, como el centro de Educación Infantil, las casas de acogida, el centro terapéutico de rehabilitación de alcohol…

A lo largo de estas cuatro décadas, la obra social del Carmen ha ido ampliando sus campos de acción y los grupos de población objeto de su atención. De este modo, su actual misión consiste en ayudar a las personas en situación de pobreza y exclusión social, contribuir a su inserción social y laboral, así como a su desarrollo integral.

Atención integral

Esta organización busca acoger, acompañar e insertar. Acoge en sus proyectos de atención directa, comedor social, apoyo a la autonomía, ropero y, finalmente, también lo hace como entidad perteneciente a las Cáritas parroquiales. Acompaña a sus usuarios a través de sus proyectos Casa Abierta, el de viviendas para familias, sus casas para mujeres, sus residencias para hombres y su centro de rehabilitación del alcoholismo. El Carmen inserta desde las actividades culturales, la educación en valores, la enseñanza -en el centro de educación infantil El Carmen-, y sus programas de apoyo escolar y de inserción laboral.

Para llevar adelante estos servicios, el voluntariado tiene un papel clave en la organización, ya que proyectos como el comedor social o el ropero funcionan en su totalidad con voluntarios. En la actualidad cuenta con 350 personas colaboran con esta institución de manera altruista.

El Carmen forma parte de la Red Aragonesa de Entidades Sociales para la Inclusión desde marzo del 2006 porque intenta siempre buscar una buena coordinación y fomentar el trabajo en red. En esta misma línea, también coopera con otras plataformas e instituciones. Así, trabaja codo a codo con la Coordinadora de Centros y Servicios para Personas Sin hogar, formada por Cruz Blanca, Cruz Roja, Cáritas, El Refugio, la Fundación La Caridad, el Centro San Blas, el Centro Social San Antonio y las Hijas de la Caridad.

Del mismo modo, esta obra social parroquial mantiene convenios de colaboración con la Asociación de Trastornos Depresivos de Aragón (Afda), la Fundación Rey Ardid y Plena Inclusión Aragón. Y en el día a día colabora con otras muchas entidades sociales para llevar a cabo acciones de intervención social lo más efectivas posible, con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas a las que atiende en su día a día.

Pero la obra social del Carmen no solo coopera con otras entidades sociales de iniciativa privada. También mantiene una estrecha colaboración con los servicios sociales municipales del Ayuntamiento de Zaragoza. Y su labor va más allá de la capital aragonesa, extendiéndose a los pueblos del área metropolitana zaragozana.

Desde el conocimiento de la realidad y las necesidades de los colectivos sociales con los que trabaja, en El Carmen detectan que existe una carencia gran carencia, que no es otra que la falta de vivienda social o de acceso a esta. “especialmente, detectamos dicho riesgo en colectivos como mujeres, inmigrantes o personas sin hogar», sostienen desde esta organización benéfica.

Esta obra social está en una constante adaptación a las necesidades que va detectando en la ciudad de Zaragoza, a través de la atención continuada que presta cada día. «Actualmente estamos centrados en el apoyo a las familias con necesidades de vivienda, adecuando las viviendas sociales que ya tenemos y abriendo algunos pisos más para familias monomarentales».

También está entre sus retos mantener la atención diaria y los acompañamientos a sus usuarios, desde «una cercanía por la que desde siempre se ha caracterizado nuestro trabajo, ya sean estos seguimientos y acompañamientos realizados por los profesionales o por voluntarios preparados para ello».

Así que, aunque se la conoce por su comedor social, la labor de la obra social de El Carmen va mucho más allá.