El covid-19 está poniendo a prueba la resiliencia de toda la ciudadanía mundial. También de nuestros sistemas sanitarios. En España, el sistema público de salud, ya castigado por los recortes desde la crisis del 2008, se enfrenta a un desafío titánico. Antes de la llegada del virus, ya soportaba grandes listas de espera en atención primaria y especializada, falta de recursos económicos y humanos, contratos precarios, urgencias saturadas o privatizaciones de servicios.

Admitida a trámite a finales de octubre por el Congreso de los Diputados, la iniciativa legislativa popular Medicamentos a un Precio Justo busca recoger las 500.000 firmas, necesarias para su defensa en sede parlamentaria. La apoyan organizaciones y profesionales de la sanidad pública, de la transparencia y de la comunidad científica, entre las que se encuentra la oenegé Farmamundi.

La meta de la campaña Medicamentos a un Precio Justo es cambiar el sistema actual de fijación de precios de las medicinas, impulsar la transparencia en sanidad y crear un fondo de investigación y formación independiente. Todo ello es necesario para asegurar la sostenibilidad de nuestros sistemas de salud públicos, puestos ante un desafío inusual en su historia. La iniciativa se refiere a las nuevas terapias de uso hospitalario, pues España es uno de los países con los medicamentos esenciales que se dispensan en farmacias más baratos.

También estamos priorizando la respuesta a la emergencia nacional por el coronavirus con el suministro EPI los trabajadores de entidades humanitarias como Cruz Roja, Cáritas y Médicos del Mundo, que atienden a la población en situación más vulnerable.

Desde Aragón, llevamos a cabo nueve iniciativas financiadas por instituciones públicas como el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento y la Diputación de Zaragoza. Cinco son proyectos de cooperación en Perú, Ecuador y Guatemala, donde se refuerzan sus sistemas de salud, y cuatro de educación para el desarrollo y la ciudadanía global, en los que trabajamos en diferentes ámbitos de la educación formal y no formal con numerosos colectivos y entidades que contribuyen al derecho a la salud y la transformación social.

Actualmente, estamos realizando un importante esfuerzo por adaptarnos al contexto actual de paralización de la actividad educativa, y seguir elaborando contenidos y materiales sobre la situación de pandemia y crisis planetaria. Con ellos podremos continuar desarrollando nuestra labor educativa y de construcción de ciudadanía global junto a otras organizaciones con las que trabajamos desde la Federación Aragonesa de Solidaridad, para poder ofrecer herramientas que resulten útiles tanto a la comunidad educativa como a la ciudadanía aragonesa.

Estamos convencidas que la mejor receta contra el covid-19 y la crisis global es seguir poniendo el foco en las personas, aunando esfuerzos y potenciando esa ciudadanía crítica, proactiva y solidaria que contribuya a la defensa de los Derechos Humanos, y con la vista puesta en la Agenda 2030.