Los líderes religiosos y trabajadores de la salud deben desempeñar un papel clave en el lanzamiento de la vacuna contra el covid-19 para combatir el miedo, la desinformación y la resistencia de las comunidades a la vacunación. Así lo asegura World Vision, que ha realizado un estudio que evalúa las razones del rechazo de ciertas poblaciones a los programas de salud. Un campo en el que esta oenegé internacional ya cuenta con experiencia en la República Democrática del Congo, donde los líderes religiosos jugaron un papel destacado el año pasado en la aceptación comunitaria de la vacuna contra el ébola.

Cuando acaba de cumplirse un año de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) informara por primera vez, el 9 de enero del 2020, sobre un brote de un nuevo coronavirus en China, el estudio Barrier Analysis (Análisis de las Barreras) pone de manifiesto la importancia del respaldo de los líderes religiosos y los trabajadores de la salud comunitarios a las medidas para contener y hacer retroceder la pandemia.

«Juegan un papel crucial en el lanzamiento de vacunas. Trabajan con las comunidades para involucrarlas en el proceso, asegurándose de que se distribuyan de manera justa y sean plenamente aceptadas», expone Andrew Morley, presidente y director ejecutivo de World Vision International.

«Conocí a muchos líderes religiosos el año pasado en el este de la República Democrática del Congo involucrados en la aceptación comunitaria de la vacuna contra el ébola, y está demostrado que su trabajo salva innumerables vidas», agrega Morley.

La oenegé ha realizado estudios en comunidades rurales en Bangladesh en los que se revela que el 100% de los encuestados que tienen la intención de vacunarse está de acuerdo con la siguiente afirmación: «La mayoría de los líderes de mi comunidad y líderes religiosos querrían que me pusiera la vacuna contra el covid-19». Por el contrario, solo el 38% de los que tienen la intención de rechazar una vacuna (no aceptadores) están de acuerdo con esa afirmación. Quienes sí la aceptan también tienen 7,1 veces más probabilidades de decir que sería muy probable que recibieran una vacuna si un trabajador de la salud se la recomendara.

El estudio también ha revelado que quienes no son partidarios de la inoculación tienen casi diez veces más probabilidades que los que aceptan la vacuna de estar totalmente de acuerdo con la afirmación: «Si contraigo el covid-19 o no es por la voluntad de dios o el azar».

World Vision también ha llevado a cabo estudios en Myanmar, donde los factores que impulsan la aceptación de la vacuna contra el coronavirus en las comunidades son similares a los recogidos en Bangladesh. Estos hallazgos sugieren que el respaldo de los líderes religiosos y los trabajadores de salud comunitarios es vital para la aceptación comunitaria, la promoción de información de salud precisa y para ayudar a garantizar la adopción de vacunas de alto nivel.

En la actualidad, World Vision trabaja con una red de más de 184.000 trabajadores de salud comunitarios y se ha comprometido con más de 210.000 líderes religiosos a nivel mundial para combatir la propagación del virus.