Más de mil niños al día huyen del conflicto en Sudán del Sur a países como Kenia, Etiopía, y en mayor medida a Uganda, buscando seguridad en sus vidas, lo que ha dado lugar a una crisis infantil en la región, según informa Unicef. «Más de un millón de niños han sido obligados a abandonar sus hogares en Sudán del Sur, a menudo en medio de una violencia espantosa», declaró la directora regional de esta agencia de las Naciones Unidas para África Oriental y Meridional, Leila Pakkala, en un comunicado desde Nairobi.

Desde que estalló la violencia en Sudán del Sur, en diciembre del 2013, más de 1,8 millones de personas han cruzado a los países vecinos y solo en el último año la población de refugiados en Uganda pasó de 500.000 a más de 1,25 millones de personas, siendo el país que recibió el mayor número de refugiados en todo el mundo, de un total de 65,6 millones, según el ACNUR. Este pequeño país se ha convertido también en el principal acogedor en África y a nivel global escaló desde el octavo puesto a mediados del 2016 hasta el tercero por número de personas acogidas.