Desde el comienzo de la pandemia, Médicos Sin Fronteras (MSF) viene pidiendo a las autoridades griegas la evacuación del campo de refugiados de Moria, en la isla de Lesbos, ante el temor de la llegada del covid-19 a estas precarias instalaciones. Y ese primer caso ya ha se ha detectado.

Según el diario griego Proto Therma, se trata de un hombre somalí de 40 años que ya había conseguido su estatus de refugiado y se había trasladado a la Grecia continental, pero que regresó a Moria por las dificultades que encontró al tratar de asentarse en Atenas.

Durante meses, las oenegés están pidiendo el desalojo de todos los residentes del campo de Moria, con una urgencia específica de trasladar a un alojamiento seguro en Lesbos, en el continente o en otros estados de la UE, a más de 200 personas identificadas que, por su edad y condiciones de salud, corren un grave riesgo ante el coronavirus.

En abril, el Gobierno griego prometió estas evacuaciones de las islas, pero cinco meses después, estas personas siguen atrapadas, y ahora están contenidas por un cordón policial. En un comunicado, MSF denuncia que el Ejecutivo heleno “está aplicando una cuarentena mal planteada y potencialmente dañina”.

“Es peligrosa y debe evitarse a toda costa. Sobre todo, estas medidas restrictivas nunca pueden ser usadas para encubrir la falta de una estrategia integral” para reducir la transmisión del covid-19 en el campo “y proteger la dignidad de las personas que viven allí”, aseguran.

“Con un caso positivo confirmado en Moria, es esencial que estas personas sean evacuadas del campo a un alojamiento seguro ahora mismo. No hacerlo sería un claro incumplimiento del deber de asistencia de las autoridades griegas”.