«Por nuestra experiencia, en los últimos años estamos viendo como mujeres interesadas en las nuevas tecnologías y la economía circular están creando oportunidades de empleo en el medio rural», explicó Ana Alarcón, responsable de los programas de emprendimiento en Acción contra el Hambre, con motivo del Día Internacional de la Mujer Rural. Así el emprendimiento de las mujeres «puede generar más empleo en las zonas rurales y evitar el abandono de estas zonas, dar visibilidad a su trabajo, adquirir más poder de decisión en consejos rectores y redefinir el rol de los hombres en este ámbito», manifestó Alarcón. En definitiva, para construir un nuevo tejido que evite la despoblación.

Con el programa Vives Emprende de Acción contra el Hambre, que asesora a personas interesadas en emprender, se han constituido 210 negocios en toda España, 121 por mujeres en el 2018. Es el caso de Irene Fernández, propietaria y emprendedora de La Era Verdadera, un espacio en plena Sierra de Madrid dedicado al ocio saludable y de calidad donde las personas disfrutan del campo y de las cosas hechas a mano. Allí pueden cultivar un huerto ecológico, celebrar un evento especial o participar en los talleres formativos.

O el de Manuela Martínez, que ha puesto en marcha Miceltia en el entorno rural de Muros, una marca de producción de shiitake. Esta seta es muy apreciada desde el punto de vista gastronómico y por sus propiedades nutricionales y medicinales.

El emprendimiento femenino está ganando terreno en el mundo rural en España, de hecho, según el Instituto de la Mujer, el 56% de los emprendedores en los pequeños municipios era mujer. No obstante, las mujeres rurales que deciden emprender se enfrentan a dificultades dobles: por su entorno y por su sexo. «Las del medio rural tienen que ver con la falta de acceso a determinados medios de producción, infraestructuras o formación, porque no todas las actividades formativas se realizan on line. En cuanto al sexo, sufren techos de cristal y conductas discriminatorias que continúan limitando la participación femenina en la economía y política rurales», detalla Alarcón.