La desvalida princesa que necesita un aguerrido príncipe que la rescate; el único final feliz posible para la protagonista es aquel que termina en boda... Son ejemplos de la mitificación del amor romántico, difundida hasta la saciedad en cuentos infantiles, cine y demás productos culturales, que han construido un imaginario colectivo tremendamente perniciosio para el establecimiento de unas relaciones de pareja sanas e igualitarias.

La idea del amor romántico se ha construido en base a la ideología hegemónica, la patriarcal; y es tan jerárquico, injusto y violento como el sistema en el que vivimos. Los mitos del amor romántico son un conjunto de creencias ampliamente compartidas sobre la supuesta y verdadera naturaleza del amor, que suelen ser absurdas, engañosas e irracionales, reforzando el papel pasivo y de subordinación de las mujeres y el papel activo y dominante de los hombres.

Entre los mitos de amor romántico se encuentran el de la media naranja, esto es, la complementariedad basada en la abnegación femenina y la entrega a cambio de protección masculina; el del emparejamiento, como si a toda costa las mujres tuvieran que sumergirse en estructuras románticas que implican soportar cualquier cosa a cambio de no estar sola. También está el mito de los celos como señal de amor, que implica el control sobre la otra persona, o el de que el amor todo lo aguanta y todo lo puede, lo cual lleva aparejada la idea de que sufrir es compatible con amar. Estos y otros mitos consolidan la idea de que el amor y el maltrato pueden perfectamente caminar de la mano.

Este modelo de amor romántico «es uno de los sustentos principales de las relaciones de poder en la pareja y promueve profundas relaciones de desigualdad entre los géneros. Esta ideología del todo por amor, del amor verdadero lo aguanta y perdona todo, obstaculiza unas relaciones de equidad entre hombres y mujeres, siendo caldo de cultivo de la violencia de género», apunta Ana Arancibia, directora de InteRed.

La semana que viene se celebra San Valentín, el día de la exaltación del amor romántico por excelencia. Por este motivo, la oenegé que dirige Arancibia, organización especializada en educación y género, ha lanzado la campaña No puedo vivir sin mí, con el objetivo de concienciar a la juventud, romper los citados mitos y apostar por unas relaciones más equitativas.

Un importante grupo de influencers, como las presentadoras de televisión Sandra Barneda o Cristina Pedroche, cantantes como Marília de Operación Triunfo, escritoras como Elvira Sastre o Carmen Boza y youtubers como Juan Amodeo o José Rivera, entre otros, están apoyando a InteRed a lanzar este mensaje. El soporte elegido para esta ocasión son los productos diseñados por Feminista Ilustrada para promover la toma de conciencia y el posicionamiento juvenil frente a las desigualdades de género y las relaciones de poder en el seno de las relaciones afectivas y sexuales.

La campaña, en redes sociales, lanzada inicialmente las pasadas navidades y ahora de nuevo por San Valentín con el hastag #EsNuestroMomento, promueve mensajes alternativos a los mitos del amor romántico y que cuestionan el sistema patriarcal. Tiene como objetivo dar el protagonismo a las y los jóvenes como agentes activos de la transformación social hacia la equidad de género.