- ¿Ha trastocado mucho la epidemia de covid-19 el trabajo habitual de Médicos del Mundo Aragón (MdMA)?

-Hemos adaptado todos nuestros programas a la situación actual. Para ello hemos suspendido algunas de las actividades programadas para dar una respuesta inmediata a las nuevas necesidades surgidas durante el estado de alarma.

Hemos dado prioridad a la atención social, médica, y al apoyo emocional, manteniendo la atención sanitaria y social presencial cuando ha sido necesaria. Estamos en contacto constante con las personas usuarias, canalizando sus demandas hacia otros recursos, dando respuesta urgente a situaciones sociales que se han complicado en estos días y haciendo un seguimiento especial del acceso al sistema sanitario para garantizar que todo el mundo está atendido.

- MdMA trabaja con personal sanitario voluntario. ¿Están teniendo muchos problemas estos días para poder cubrir la demanda de atención?

-La respuesta que nos han dado es espectacular. Son personas muy comprometidas que hacen un esfuerzo grande para compaginar lo que están viviendo en estos días con no dejar desatendidas a personas que necesitan nuestro recurso porque tienen problemas de acceso al sistema público. Valoran cada caso que nos llega, hacen llamadas telefónicas desde sus casas, ven a los pacientes que necesitan atención presencial y estamos organizando apoyo emocional vía telefónica u online. No podemos pedir más. Son un ejemplo de solidaridad máxima, y también el resto del voluntariado que desde sus casas están colaborando en la adaptación de materiales.

- ¿Ha cambiado el tipo de demandas que reciben?

- Sí, en este momento estamos atendiendo demandas de necesidades básicas. Trabajamos con personas en situaciones sociales de alta vulnerabilidad y hemos reforzado el equipo de atención social con el apoyo emocional, porque estamos detectando situaciones derivadas del confinamiento que requieren apoyo psicológico.

- ¿Con qué colectivos trabajan?

- Seguimos atendiendo a los mismos colectivos con lo que siempre trabajamos: personas migrantes con problemas de acceso al sistema sanitario, personas que ejercen la prostitución y familias subsaharianas. Aunque, en este momento, si nos llegan otras demandas de otros colectivos, como personas sin hogar, las atendemos de inmediato.

-¿Está resultando más complicado para algunos de esos colectivos?

-Nos preocupan especialmente las personas migrantes que tienen dificultades de acceso al sistema sanitario y las personas que ejercen la prostitución, por su situación de aislamiento y falta de ingresos. Ya sabemos que los determinantes sociales influyen en la salud, y en este momento se ve muy claramente. El hacinamiento en viviendas pequeñas o que no reúnen condiciones mínimas de habitabilidad no facilita poder cumplir con las medidas preventivas marcadas, ni garantizar el aislamiento de personas con síntomas de covid-19. También hay que garantizar el acceso a una información adaptada a estos colectivos y, sobre todo, su atención médica.

- ¿Cómo están afectando a esta población las consecuencias socioeconómicas de esta epidemia?

-La situación actual afecta especialmente a los colectivos más vulnerables. La dificultad para mantener ingresos en trabajos inestables genera problemas inmediatos de satisfacción de necesidades básicas: no hay dinero para comprar alimentos, pagar el alquiler...

Y el colapso actual en el acceso a los servicios sociales o la brecha digital que tienen muchas familias sin acceso a internet, dificultando que sus hijos e hijas sigan el curso escolar, genera una exclusión todavía más marcada. Es necesario hacer un gran esfuerzo para que nadie se quede atrás. En este momento, las organizaciones sociales y las iniciativas de redes vecinales están jugando un papel importante.

- ¿Hay algunas situaciones especialmente preocupantes?

- El confinamiento ha invisibilizado, todavía más, a las mujeres prostituidas y/o víctimas de la explotación sexual, que se enfrentan a dos pandemias: la propia del covid-19 y la invisiblidad por parte de la sociedad y organismos públicos. Debido al estado de alarma, MdMA ha suspendido las intervenciones directas en zonas de prostitución (clubes, pisos y calle), si bien estamos en contacto con ellas a través del teléfono y WhatsApp. Necesitan cubrir sus necesidades básicas de alimentación e higiene y el pago del alquiler, pues los pisos o clubes donde se han quedado se lo pretenden seguir cobrando. Las mujeres víctimas de explotación sexual confinadas en locales a los que no tenemos acceso pueden verse aún más violentadas y vulneradas. Y puede haber casos de violencia o situaciones de riesgo en pisos y/o clubes que dicen estar cerrados, pero que siguen prestando servicios sexuales para sobrevivir.

- ¿Qué medidas reclaman?

- Solicitamos al Gobierno de Aragón que garantizase el acceso al sistema sanitario de todas las personas y que respondiera a necesidades de alojamiento y manutención del colectivo de personas prostituidas, y ambas demandas han sido respondidas. Además, seguimos cada día en contacto para hacerles llegar las necesidades que identificamos. Ninguna persona debe quedar atrás, durante y después de esta crisis.

Por tanto, consideramos imprescindible que las mujeres en situación de prostitución puedan adherirse a medidas de apoyo e inserción social, que las mujeres víctimas de la trata con fines de explotación sexual puedan cobrar la renta activa de inserción, tal y como recoge la ley de violencia de género aragonesa, y que se creen recursos de alojamiento y asistencia para la postcrisis.