El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, firmó el pasado miércoles la ley que prohíbe la brecha salarial por género para que las mujeres cobren lo mismo que los hombres, y que también veta a las compañías preguntar sobre el historial salarial durante las entrevistas de trabajo. Cuomo sancionó la ley estatal que impide una paga desigual «en la base de una clase protegida para todos los trabajos sustancialmente similares» durante las celebraciones en Nueva York del mundial de la selección femenina de fútbol, que convirtieron las reivindicaciones salariales en una de las señas de identidad de las jornadas deportivas.