Era de esperar, y ya se ha producido. Los primeros casos de covid-19 llegaron a mediados de mayo al mayor campo de refugiados del mundo. Se trata de Kutupalong, el nombre que recibe lo que en realidad es un conjunto de campos ubicados en el distrito de Cox’s Bazar, al sur de Bangladesh, donde se resguardan casi 860.000 personas de la etnia rohingya, que huyeron de la persecución a los musulmanes en Birmania. El Gobierno de Bangladesh ha obligado a las organizaciones humanitarias que les atienden a reducir sus actividades en los campamentos solamente a los servicios básicos: alimentos, agua, saneamiento y servicios de salud.