Las consecuencias la crisis del covid-19 y la incierta nueva normalidad están golpeando a los más colectivos sociales más vulnerables en Aragón. Según informa la Fundación Adecco, la contratación de personas con discapacidad ha descendido un 35,5%, y los mayores de 55 años han perdido 2.200 empleos. Por contraste, en el mismo trimestre del año anterior, este grupo de edad ganó 1.300 puestos de trabajo.

Las familias monoparentales han sido otro de los segmentos de la población más damnificados: según un informe de la Federación de Asociaciones de Madres Solteras (FAMS), prácticamente la totalidad de las mujeres que están solas al frente de sus hogares (87%) ha visto seriamente afectada su situación laboral.

Asimismo, el confinamiento ha acentuado el riesgo de violencia de género debido al aumento de las tensiones en el hogar y a las dificultades para pedir ayuda en un contexto de aislamiento. Como en todas las coyunturas de crisis, en el primer trimestre del 2020 se ha producido una caída en el número de denuncias, del 36,7% en Aragón.

“Este descenso no corresponde necesariamente a una bajada real de los casos de violencia de género, sino que se asocia al difícil contexto social y laboral que incrementa el temor de las víctimas a denunciar, en un escenario donde las posibilidades de encontrar empleo y llevar una vida autónoma se ven drásticamente reducidas”, afirma Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.

“Si no se acometen medidas urgentes, se desatará una hecatombe laboral que cronificará la exclusión social de los más vulnerables. El desplome del turismo anticipa un impacto de dimensiones desconocidas sobre el empleo, siendo un sector transversal que arrastra en su caída a otras áreas estratégicas como la hostelería, el transporte o el ocio y dejando en una situación crítica a las personas que ya se encontraban en riesgo de exclusión antes de la pandemia. Frenar la destrucción de empleo y generar nuevas oportunidades laborales para ellos es la única llave para evitar la expansión de la pobreza y amortiguar los efectos de la crisis en el marco de la Agenda 2030”, destaca Mesonero.