Una comunidad beduina palestina corre riesgo inminente de sufrir un traslado forzoso, una grave violación de la Cuarta Convención de Ginebra, si el Gobierno israelí ejecuta la orden militar de demoler toda una aldea en la Cisjordania ocupada. El plazo dado por el Ejecutivo expiraba el pasado domingo pero, al cierre de esta edición, la orden no se había ejecutado, si bien las oenegés que trabajan en la zona, como Acción contra el Hambre, están pendientes porque la demolición podría ocurrir «en cualquier momento».

Una coalición de más de 80 organizaciones humanitarias internacionales hace un llamamiento para que se produzca una intervención internacional urgente para prevenir las demoliciones y el posterior desplazamiento forzosa de 130 personas, la mitad de las cuales son niños.

Las autoridades israelíes han emitido 42 órdenes de demolición que amenazan a casi todas las estructuras de la comunidad de Khan al-Ahmar-Abu al-Helu. Sus residentes tenían de plazo hasta este domingo para autodemoler sus casas y estructuras o enfrentarse a los bulldozers que destruirán el pueblo. Hasta ahora, aún no ha ocurrido.

Algunas de las estructuras amenazadas han sido financiadas por la comunidad internacional como parte de varios programas humanitarios y de desarrollo, incluyendo una escuela que atiende a 170 niños. Las demoliciones podrían tener lugar en cualquier momento, a menos que la Corte Superior emita una orden de suspensión, o que la presión diplomática tenga éxito a la hora disuadir la puesta en marcha de las órdenes de demolición por parte de las fuerzas israelíes.

«Es devastador para las familias, que se arriesgan a ser desalojadas de sus hogares si las autoridades israelíes continúan con este plan. Este es solo un ejemplo de la inseguridad con la que viven miles de palestinos cada día», aseguran las organizaciones firmantes del comunicado, entre ellas Acción contra el Hambre.

«A menos que la comunidad internacional aclare que responsabilizará al Gobierno de Israel de tales violaciones, veremos casas y establos, e incluso una escuela primaria arrasados», señala el comunicado de las oenegés.

Naciones Unidas ha advertido repetidamente que la propuesta de «reubicación» por parte del Gobierno de Israel de las comunidades palestinas equivaldría a un desplazamiento forzoso, una grave violación del Cuarto Convenio de Ginebra.

«Estos alarmantes acontecimientos deben verse en el contexto de la política de expansión y la cada vez mayor tendencia hacia la anexión israelí de la tierra palestina», señalan las organizaciones humanitarias.

«Las demoliciones a gran escala de propiedades palestinas están teniendo lugar en el contexto de la reciente aprobación de la llamada Ley de Regularización, que permite a las autoridades israelíes apropiarse de propiedad privada palestina, en una clara violación del derecho internacional», explica el comunicado.

«Khan Al Ahmar es solo una de las muchas comunidades palestinas en un creciente riesgo de ser demolidas y sufrir un desplazamiento forzoso. La presión sobre estas comunidades es intensa. El desplazamiento forzoso de Khan al Ahmar, la manera en que tememos que se desarrolle durante los próximos días, sentaría un muy preocupante precedente para otras comunidades en riesgo», concluyen las oenegés.