Grecia anunció ayer las primeras medidas de prevención contra el coronavirus en los campamentos de refugiados, casi tres semanas después de detectarse el primer contagio y que varias oenegés hayan denunciado el alto riesgo de propagación de la epidemia entre la población refugiada. Entre las medidas se encuentran la cancelación de todas las visitas a los campos, un examen médico a cada recién llegado, la desinfección diaria de todos los espacios comunes y la suspensión de toda actividad en espacios cerrados. El riesgo es extremadamente grave en las islas del Egeo, donde malviven más de 40.000 personas sin servicios de saneamiento adecuados ni acceso a servicios médicos elementales.