Las familias del alumnado que ha participado en GEN10S han sido los testigos directos de los beneficios del proyecto. Así lo manifiesta Lidia Martínez, madre de dos alumnas. «Fue muy interesante porque trabajaban en equipo. Se construyó una historia muy bonita, además muy creativa, y la verdad es que les aportaba a todos los niveles: de mates, y de lengua, porque las niñas tenían que pensar y tenían que construir historias. Inés pasó a 1º de la ESO en el IES Ramón y Cajal y ella ha continuado haciendo robótica en el instituto. Y Julia, que este año está en 6º, continúa en el club apoyando a sus compañeros de 5º curso».

María Pilar Abad Alías comenta que su hija «consumía juegos en su tableta, y ver que puede crear sus propios juegos le abre un mundo completamente nuevo en su cabeza. Creo que este tipo de lenguaje nuevo le va a hacer desarrollarse de una manera que todavía no es del todo consciente».

Asimismo, la comunidad educativa, formada por los equipos directivos, los tutores, profesores y el voluntariado de los cuatro colegios públicos de Zaragoza que están implementando el programa presentan en general una opinión muy positiva sobre algunos de los pilares que sustentan el proyecto GEN10S.

Samuel Pérez Bueno, del colegio José Antonio Labordeta, alaba la capacidad del lenguaje de programación Scratch como herramienta de refuerzo para el éxito educativo. «Les exige planificarse, organizarse, estructurarse, y esto luego lo están transfiriendo a las tareas que mandamos desde las distintas áreas y como consecuencia de llevar a cabo estos procesos vemos que sus resultados académicos son mejores».

A este respecto, Remedios Rodríguez, del CEIP Ramiro Soláns, ve la programación como nuevo lenguaje universal. «Es muy interesante. Les abre ventanas al mundo».

Además, «tanto el proyecto GEN10S como la Educación en Valores van de la mano. Al trabajar el proyecto GEN10S estamos trabajando igualdad de oportunidades, igualdad de género, educación cívica o resolución pacífica de conflictos», opina Teresa Lahoz, docente del CEIP Joaquín Costa.

Por su parte, Virginia Notivoli, del CEIP José Antonio Labordeta, destaca que «la metodología del proyecto GEN10S favorece actitudes del trabajo en equipo, aptitudes de colaboración, que igual en otras situaciones de aprendizaje son más difíciles de poner en práctica», algo que además influye en el clima escolar.