-¿En qué proyecto se han embarcado ustedes dos y sus bicicletas?

-Edurne: Le hemos llamado Biela y Tierra: Nuestra alimentación como motor de cambio. Nuevas narrativas para la soberanía alimentaria. Con él queremos poner el foco en todas aquellas cosas que están sucediendo en torno a los alimentos y que están vivas en el entorno rural, que es donde se producen. Pretendemos darles valor y difundirlas para que donde se concentra la mayor parte de los consumidores, que es en las áreas urbanas, se tome conciencia de que el mundo rural está vivo y de la importancia de conservarlo y de saber de dónde viene el alimento.

-¿Cómo piensan hacerlo?

-Ana: Queremos visibilizar todas estas iniciativas a través de un recorrido en bicicleta de aproximadamente 3.000 kilómetros por distintos territorios del norte de la península ibérica. La ruta empezará en Zaragoza y pasará por La Rioja, Burgos, Palencia, León, Asturias, Cantabria, País Vasco y Navarra y terminará en Teruel.

-¿Han elegido hacerlo en bicicleta por algún motivo en concreto?

-Ana: Esta iniciativa está fundamentada en tres pilares: la soberanía alimentaria, el ecofeminismo y la agricultura ecológica. Y está contextualizada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. Dentro de ellos, está alineada con el ODS número 17, y transversalmente con todos. En términos energéticos, la bicicleta es el medio de transporte más eficiente que existe. Es una pieza clave para aspirar a una realidad sostenible. También queremos difundir que nos podemos desplazar en bici, que es una alternativa real y que, quien prueba el cicloturismo, no lo deja.

-Dice que el ecofeminismo es uno de los pilares de Biela y Tierra. ¿De qué manera entronca el feminismo con el ecologismo?

-Ana: El ecofeminismo propone poner la vida y a las personas en el centro de todo, empezando por la economía, frente a un tipo más global de gestión de los recursos, que es el enfoque de la economía al que estamos más acostumbrados.

Edurne: Es una corriente de pensamiento que aúna las bases del feminismo con las del ecologismo y las pone en común: el ecologismo como la defensa del planeta y el feminismo como el cuestionamiento de la sociedad patriarcal, en la que los criterios de productividad son los que priman.

-El subtítulo del proyecto es ‘nuevas narrativas para la soberanía alimentaria’. ¿Cómo piensan narrar esta aventura?

-Edurne: Biela y Tierra no solo somos Ana y Edurne, sino que tiene una tercera pata muy importante, que es el estudio de comunicación Dársena, integrado por Sole López y Cristina Vázquez. Pensamos que la comunicación es esencial. Tenemos un canal de YouTube por el que vamos a ir retransmitiendo todo lo que vayamos haciendo, además de una cuenta de Instagram (@bielaytierra) y una página web (www.bielaytierra.com) que ya están activas, para que la gente nos conozca y pueda seguirnos.

-¿Con qué criterio han elegido los territorios por los que transitar?

-Edurne: Nos decantamos por el norte de la península por una cuestión climática, porque el recorrido lo haremos entre mayo y septiembre, en pleno verano. La idea es atravesar territorios en los que la despoblación tiene un impacto importante porque queremos darles visibilidad. Y a partir de aquí fuimos contactando con gente que conocíamos en cada zona geográfica, que nos fue mostrando iniciativas interesantes, al margen de las que nosotras ya teníamos localizadas.

-¿Ya tienen pensadas las paradas?

-Edurne: Sí. De hecho, el recorrido lo marcan aquellas iniciativas que hemos ido seleccionando. Cada parada es una iniciativa interesante en torno al alimento y la cultura rural, que ha de ser sostenible, integrada o liderada por mujeres y tener la máxima diversidad posible.

Ana: Tenemos una universidad rural, proyectos de restauración y turismo rural, una ganadería, un albergue cicloturista…

-¿Cuántas ideas interesantes han encontrado?

-Edurne: Nosotras empezamos pensando que con 30 iniciativas sería suficiente pero ya hemos identificado más de 80, por lo que hemos tenido que reducirlas hasta 65, ya que no podíamos abarcarlas todas en cuatro meses. Lanzamos el vídeo de promoción y la idea del proyecto hace mes y medio y pensábamos que tendríamos más problemas para encontrarlas, y ha sido todo lo contrario.

-¿Qué creen que va a mostrar esta ruta?

-Ana: Que el mundo rural tiene que luchar contra la despoblación y contra la invisibilización. No podemos olvidar que el 100% de las materias primas está en el medio rural, aparte de que alberga un gran patrimonio artístico y cultural. Aunque el protagonista es el alimento, queremos mostrar que en torno a él hay vida.