La madrugada del 16 de mayo las calles de Bakamo (capital de Mali) quedaron arrasadas por fuertes lluvias torrenciales. A su paso, las inundaciones dejaron una quincena de personas fallecidas, de las cuales 12 eran niños, más de 2.500 personas afectadas y 600 que tuvieron que abandonar sus casas para desplazarse refugios temporales. Los equipos de Acción contra el Hambre se han movilizado para hacer una evaluación de las necesidades más urgentes en coordinación con las autoridades locales: distribución de alimentos, medicinas y otros bienes básicos y atención médica.