El padre de Rashik tiene un cáncer terminal y tuvo que vender todas sus propiedades para conseguir el tratamiento.

Además, el terremoto del año 2015 también destrozó la casa de su famila, que tuvo que ir a vivir a una habitación de alquiler.

Rashik dejó de ir al colegio hace un año porque sus padres no podían permitírselo, por lo que el Comité de Bienestar Infantil solicitó a Basanta Rijab, director de la casa que Kumara mantiene en Nepal, que lo acogiera.

Rashik es un chico muy inteligente y listo. Está en el equivalente a quinto curso de Primaria. Dedica mucho tiempo al estudio y tiene buenos resultados. Una vez que finalice su formación elemental le gustaría dedicarse a la ingeniería. Es amable y divertido y ama la naturaleza, y además es un niño creativo así como curioso. Le gusta vivir rodeado de otros niños.