Pedimos un día, ayudamos 365 días. Ese es el eslogan con el que la Hermandad del Santo Refugio de Zaragoza lanzaba en los últimos años su tradicional cuestación de Semana Santa. Esta campaña supone una parte sustancial de la financiación de nuestra obra social a lo largo del año. Una labor que, solo en el 2019, permitió que el servicio de la Gota de Leche llegara a más de 300 bebés, que pudiéramos dar techo a casi 1.450 personas o que llenásemos las despensas de más de 800 familias.

En nuestros 378 años de historia, bajo cualquier circunstancia, nuestra hermandad ha estado siempre al lado de quienes por diversas razones nos han necesitado. Y en este tiempo de pandemia y estado de alarma, como no podía ser de otra forma, les hemos seguido atendiendo, manteniendo abiertos nuestros servicios.

Sin embargo, este año, debido a la situación que estamos atravesando, la Semana Santa acaba de finalizar sin que nuestros fieles benefactores hayan podido renovar la generosidad con la que cada año sostienen la labor del Refugio. Por eso, nos gustaría pedir a los lectores de Espacio 3 que nos ayuden a ayudar.

La hermandad ha habilitado una cuenta (ES52 2085 0167 0403 3089 8795), donde todo el mundo que quiera pueda depositar su donativo. También puede hacerlo por Bizum, buscando en el listado de oenegés la Hermandad del Santo Refugio o, directamente, poniendo la clave 33607. Y esperamos que, muy pronto, los ciudadanos puedan seguir colaborando a través de nuestras oficinas, una vez finalice el confinamiento. Mientras tanto, el Refugio seguirá atendiendo a quien lo necesite, como lleva haciendo desde hace casi cuatro siglos. Y continuará haciéndolo gracias a su personal, que en ningún momento de esta crisis se ha puesto de lado. Todos han estado, y están, dispuestos a ofrecer lo mejor de sí mismos. Algunos permanecen en sus casas como medida de prevención, dispuestos a acudir a la llamada; otros (porteros, limpieza, lavandería, servicios auxiliares, conductores, mantenimiento y trabajo social), permanecen en sus puestos.

Hemos reorganizado los servicios para poder seguir prestándolos, pero sin la ayuda de nuestros voluntarios, ya que muchos de ellos son población de riesgo por su edad, y quisimos protegerlos. También hemos adaptado otros. Por ejemplo, para evitar desplazamientos innecesarios, al principio de la epidemia, entregamos ya alimento suficiente para los meses de marzo y abril a los bebés de la Gota de Leche.

Nuestro centro de Educación Infantil para niños entre 1 y 3 años tuvo que cerrar, pero ninguna familia pagará la cuota durante el cierre. Sin embargo, sí que seguimos entregando alimentos a medio centenar de familias cada día. En estos momentos, el Refugio es su casa para las 45 personas acogidas. Como tratamos de proteger a quienes cuidamos, además ampliar las dependencias para su comodidad, hemos dispuesto un dormitorio con diez cabinas individuales por si alguno tuviera que aislarse. Aunque por fortuna, a día de hoy, todos se encuentran perfectamente.