La falta de letrinas en las escuelas y de productos de higiene femenina supone para muchas niñas el fin de su educación. Para muchas de las que viven en los países con menos recursos o especialmente vulnerables, el inicio del periodo menstrual, a menudo, marca el comienzo del abandono de la escuela, ya que al menos 500 millones de mujeres y niñas carecen de acceso adecuado a las instalaciones de higiene menstrual en el mundo.

Muchos colegios no tienen letrinas donde las niñas puedan asearse durante la menstruación. Por tanto, deciden no acudir a clase en este periodo. Y, más allá de eso, la mayoría de las niñas en los países pobres no pueden permitirse comprar compresas ni tampones. Sin estos productos de higiene femenina, muchas faltan a la escuela durante sus períodos. Eso significa que pierden hasta una semana de clases cada mes, por lo que comienzan a quedarse atrás y finalmente abandonan la escuela.

El pasado 28 de mayo se celebró el Día de la higiene menstrual para reivindicar un mundo en el que todas las mujeres y niñas puedan gestionar su menstruación de manera higiénica, con seguridad, privacidad y dignidad, donde sea que estén.

«La higiene menstrual es vital para el empoderamiento y el bienestar de mujeres y niñas», afirma Eloisa Molina, coordinadora de comunicación de World Vision España. «Se trata de garantizar que las mujeres y las niñas vivan en un entorno que valore y respalde su capacidad para manejar su menstruación con dignidad».

En Bangladesh, por ejemplo, más del 40% de las niñas no asisten a clase durante la menstruación. Las instalaciones higiénicas en las escuelas son muy raras y limitadas, ya que el 53% de las menores de este país no tiene acceso a un retrete con privacidad adecuada y solo el 3% tiene un cubo de basura dentro del baño.

Para ayudar a garantizar que los períodos no marquen el final de la educación de las niñas, la oenegé World Vision dedica parte de su trabajo de agua, saneamiento e higiene a abordar este problema crítico. Esto se traduce en proyectos concretos con las comunidades para instalar letrinas en las escuelas para que las niñas puedan cuidarse durante sus períodos.