Un año de pandemia podría acabar con el progreso de los últimos veinte años en la reducción de la pobreza y la enfermedad. A medida que el mundo se centra en las vacunas contra el covid-19, las tasas de vacunación para otras enfermedades mortales disminuyen por primera vez en 28 años. Además, el número de personas en situación de pobreza extrema aumenta por primera vez en dos décadas, con 150 millones más en el 2021.

Dado que el mundo se centra ahora en el acceso a la vacuna contra el coronavirus, las restricciones sociales han obstaculizado los servicios de salud esenciales y millones de niños no han sido vacunados contra otras enfermedades. Más de cinco millones de niños menores de cinco años se enfrentan a las amenazas del cólera y la diarrea.

La pandemia podría acabar también con veinte años de progreso en la lucha contra el VIH, la tuberculosis y la malaria, lo que podría duplicar el número anual de muertes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la probabilidad de que un bebé nacido hoy esté completamente vacunado con todas las vacunas recomendadas a nivel mundial para cuando cumpla los cinco años, es menos del 20%.

La pandemia ha desencadenado la recesión mundial más profunda desde la década de 1930. La pobreza extrema ha aumentado por primera vez en 22 años y el desempleo ha subido drásticamente. El Banco Mundial predijo que la pandemia incrementaría hasta en 150 millones las personas en pobreza extrema en 2021, la mitad de ellas menores.

Desde 1990, el número de niños que mueren por causas evitables como la pobreza, el hambre y las enfermedades se ha reducido a más de la mitad. A menos que la comunidad internacional actúe, el retroceso será enorme.