Entre los regalos que más piden los niños en las cartas a los Reyes Magos de Verdad, destacan las casitas de muñecas, los carritos de bebés, los coches teledirigidos y los balones de fútbol. Además, según explica Cristina Goyoaga, otra de las coodinadoras del proyecto, lo que más les ha llamado la atención es que muchos pequeños de 9 a 11 años han pedido osos de peluche gigantes. «Nos ha hecho pensar que quizá por la falta de cariño estén buscando algo que les dé consuelo», señala. También reciben misivas en las que los menores piden una lámpara para estudiar o una bola del mundo, en lugar de juguetes.

Por su parte, las personas mayores piden más productos de aseo, colonias o incluso sábanas y, de año en año, se sorprenden con algunos paquetes curiosos. «Un año recibimos un paquete alargadísimo. Me fui a mirar la carta para ver qué había pedido el señor destinatario del regalo y descubrí que eran unas escobas para barrer el jardín de la residencia donde está», cuenta Goyoaga.

«Recuerdo el momento de abrir la carta, la ilusión que me hizo cuando la coordinadora me envió la lista escrita por la niña. Era un encanto. Pidió varias cosas y se suponía que solo podías regalarle una, pero al final le envié las tres porque pensé que si a alguien le fallaba su Rey Mago, habría más paquetes para compartir», cuenta Isabel, que participó en una de las campañas como Reina regaladora.

Carmela también recuerda su primera vez: «Recibí mi carta, salí a comprar el regalo y se lo entregué con toda la ilusión del mundo al niño que lo pedía. Recuerdo que era un Monopoly. Se lo empaqueté lleno de chuches para que no fuese un regalo nada más. Y aquí sigo diez años después».