Rumanía se sitúa a la cabeza de la Unión Europea en mortalidad infantil por la falta de medios. En este país muere un niño menor de doce meses cada seis horas, unos 1.460 al año. El creciente número de nacimientos prematuros y las deficiencias del sistema sanitario explican que el segundo país más pobre de la UE esté la cabeza del bloque comunitario en mortalidad infantil. Según Eurostat, la tasa de mortalidad infantil en Rumanía fue en el 2016 de 7,6 defunciones por cada mil nacimientos, más del doble de la media comunitaria. Aunque la situación ha mejorado y la cifra ha caído a la mitad en una década y a un tercio de los niveles de 1989, cuando cayó la dictadura comunista, pero las cifras son aún muy elevadas.