-¿Por qué han decidido unir la conmemoración del Día Internacional de las Personas Migrantes y el del Orgullo LGTBQI?

-Hemos querido hacer coincidir los dos días porque en la temática que hemos elegido hay una relación directa entre ser una persona LGTBIQ y los desplazamientos forzosos. Ser una persona LGTBQI en un país donde está prohibido o perseguido por la ley va a producir una migración forzada si quieres seguir con vida.

-Del total de personas que tienen que migrar o solicitar asilo o refugio en otro país, ¿qué proporción lo hace por su orientación sexual o su identidad de género?

-Hay que tener en cuenta que hay once países en el mundo que castigan la homosexualidad con pena de muerte, entre ellos Mauritania, Nigeria y Sudán. Y hay 70 países donde ser gay, lesbiana o trans no es legal y se persigue por ley, con penas de cárcel que incluyen la cadena perpetua. Las personas que viven en estos países son perseguidas, agredidas y encarceladas y sus vidas corren peligro. Por ello se produce la migración forzada, para salvar sus vidas. Los derechos humanos son vulnerados continuamente en uno de cada tres países del mundo para las personas de la comunidad LGTBIQ de una manera violenta.

-¿Y en España?

-Las cifras de solicitantes de protección internacional en España han aumentado mucho en los últimos años. Entre ellas hay por supuesto personas LGTBQI que buscan protección en nuestro país, pero no tenemos cifras exactas. Por ello precisamente hemos invitado a Accem a presentar su estudio La situación de las personas solicitantes de protección internacional y refugiadas LGTBI, que profundiza en este tema.

-Dado que el nuestro es un país con una de las legislaciones más avanzadas en materia LGTBQI del mundo, ¿es España un destino anhelado para este grupo de población?

-España fue el tercer país del mundo en aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo. Catorce años después está legalizado en más de 25 países; el último, la semana pasada, Ecuador. Pero eso no quiere decir que todos sus derechos estén garantizados en estos países. En España, por ejemplo, todavía no hay aprobada una ley a nivel estatal. Y, socialmente, cada país tiene mucho que hacer para reconocer que hay igualdad de trato real. Aún así, si nos comparamos con otros países, desde luego aquí vamos a encontrar más seguridad y más derechos reconocidos hacia las personas LGTBIQ. Por ello es normal que personas perseguidas por este motivo busquen refugio en España.

-Dentro de la población LGTBQI que se ve obligada a abandonar sus países, ¿hay algún colectivo especialmente vulnerable?

-Las personas trans son las que sufren mayor discriminación en cualquier país del mundo. Por ello, podemos decir que el colectivo trans es muy vulnerable, principalmente las mujeres trans, que sufren en mayor medida el peso de la transfobia.

-¿Existe algún país o región del mundo donde ser LGTBQI resulta especialmente peligroso? O, dicho de otro modo, ¿de dónde procede la mayoría de los refugiados LGTBQI?

-Hay países donde te matan por ley si eres LGTBIQ, y otros donde se permite el linchamiento social con total impunidad. El peso del estigma y el rechazo si eres gay, lesbiana o transexual te puede llevar a morir en países con Mauritania, Nigeria, Sudán o Pakistan. Y llegan cada día noticias de personas encarceladas en Rusia, torturadas en Chechenia, personas trans asesinadas... En fin, que el panorama no es alentador. Cualquier persona que viva en estos países es susceptible de solicitar protección internacional. Pero el problema también es salir del armario. Por ello, a veces, la razón por la que se solicita es otra y esto queda encubierto. Es un tema complicado.

-¿Tiene Médicos del Mundo algún programa específico para personas refugiadas o solicitantes de asilo LGTBQI?

-Médicos del Mundo trabaja con personas migrantes en general, velando por garantizar su derecho a la salud, tanto en destino y tránsito como en origen, a través de los proyectos que tenemos tanto en España como en otros países. Prestamos especial atención a la situación de salud de las personas trans, porque además de la exclusión social sufren discriminación en el trato dentro del sistema sanitario. La semana pasada se presentó un informe, conjuntamente con la Federación Estatal de Lesbianas, Gays y Transexuales (FELGT), donde se muestran los obstáculos que estas personas afrontan cuando requieren servicios sanitarios en España. Ya no hablemos de lo que hallan en otros países.

-Respecto de la jornada internacional que han organizado en Zaragoza, ¿cómo surgió la colaboración con Zinentiendo?

-Zinentiendo es nuestra referencia en cine de temática LGTBIQ. Con su muestra internacional, Towanda ya nos ha mostrado más de una vez, a través del cine, la situación de las personas refugiadas. Por ello hemos querido realizar esta colaboración. De alguna manera también les damos ese reconocimiento. Respecto al documental, a través de los ojos de seis protagonistas viajaremos a Rusia, Uganda, Francia y España y viviremos la lucha y superación de personas LGTBQI de diferentes partes del mundo que convergen en Madrid, en la celebración del Word Pride 2017. Algunos de sus protagonistas proceden de países donde la homosexualidad es ilegal y nos parece que es la manera de dar a conocer otras realidades y acercarnos a este problema. Contaremos con la presencia de su director, Fernando González, que ha dirigido también películas como Palmeras en la nieve o El guardián invisible, y mantendremos un coloquio con él.

-¿Qué puede adelantar sobre la mesa redonda del jueves?

-Hemos organizado una jornada internacional para hablar sobre migración, refugio y derechos LGTBI, y para ello contamos con ponentes muy interesantes. Hemos querido que haya una representación de personas que son activistas y que conocen bien la realidad de las personas LGTBIQ en países como Senegal, Camerún o México. También contaremos con Accem, que presentará su experiencia de trabajo con personas solicitantes de protección internacional LGTBIQ. La jornada terminará con la presentación del libro La única esperanza. Su autora, Danielle Nicole Mboume, denuncia la situación del colectivo LGTBIQ en África, e igualmente narra la persecución que sufrió en primera persona, solo por ser ella misma.