«Una ciudad del interior peninsular.

Un pequeño negocio de hostelería.

La dueña de una casa de comidas, el pinche y la repostera, se reúnen como siempre en el vestuario antes de entrar en la cocina. Es verano. Huele a vacaciones. Y un trágico suceso les obliga de pronto a tomar una decisión que marcará sus vidas para siempre». Este es el escenario que presenta Sin reservas, una obra producida por la compañía Facultad Mermada y mañana, jueves, se podrá disfrutar en el centro Joaquín Roncal (21.00 horas). Sin reservas es una comedia negra que utiliza la poderosa herramienta del humor para tratar los dramas cotidianos. Es la historia de Azucena, la repostera, una víctima que decide tomar las riendas de su vida,

dando lugar a un desenlace tan solidario como inquietante. Y de Marcos, el pinche, el chico de los recados, el eterno eventual que camina sobre la cuerda floja. También de Begoña, que la emprende a diario con su negocio,

con su hija, con la abuela, con su cuñado y con todo lo que le pongan por delante. Para estas tres personas, hacer frente a semejante aglomeración de recibos solo es posible gracias a que conservan su trabajo.