Al menos una de cada cuatro personas mayores en España no recibe visitas nunca, según el último boletín publicado sobre vulnerabilidad social realizado por Cruz Roja.

Más de la mitad de los mayores atendidos en España por Cruz Roja está por debajo del umbral de pobreza. Por ello, tienen problemas con su vivienda: no pueden pagar los servicios, se retrasan en el pago de la hipoteca o no pueden mantener el buen estado de la misma.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) avisa de que, al menos, el 10% de las personas mayores sufre algún tipo de maltrato, ya sea físico, sexual, psicológico o económico, lo que califica de un «importante» problema de salud pública.

El maltrato y la discriminación de las personas mayores se considera el tercer tipo de exclusión social más frecuente en el mundo, después de la racial y la sexual.

Más de dos millones de personas mayores de 65 años viven solos en España, según los datos del INE del 2018. De ellos, más de 850.000 tienen 80 o más años y la gran mayoría son mujeres: 662.000.

Los datos ponen de manifiesto la crisis demográfica que afronta España. Del 2013 al 2018 -los años de los que se tienen cifras-, se ha incrementado en 112.000 el número de personas mayores de 80 años que viven sin compañía.

En el 2033, dentro de tres lustros, uno de cada cuatro españoles tendrá 65 años o más. Serán más de doce millones de personas en esas edades frente a los alrededor de nueve que hay ahora.

Dentro de 50, en el 2068, casi siete millones de personas habrán cumplido o superado los 80, una cifra que duplica los tres millones actuales.

España será un país más viejo y solitario: el número de personas que viven solas aumentará hasta alcanzar los 5,8 millones en 15 años.