La Asociación Aragonesa Pro Salud Mental (Asapme) celebró ayer en Zaragoza el Día Mundial de la Salud Mental, que este año cumple su 25 aniversario. Esta fecha constituye una oportunidad para centrar la atención de la población hacia la realidad de las personas afectadas por enfermedades como la depresión, el trastorno bipolar o la esquizofrenia. Se estima que el 9% de los españoles tiene algún tipo de trastorno mental.

Con el fin de promover que las personas con problemas de salud mental ejerciten su derecho a acceder a un empleo y mantenerlo, la entidad, con la colaboración de la Federación Salud Mental Aragón y el apoyo de Janssen, impulsó una jornada enmarcada en el lema del día mundial, Trabajar sin máscaras. Emplear sin barreras, en la Sala de la Corona del Edificio Pignatelli.

El principal objetivo de la jornada fue sensibilizar a la Administración Pública, organizaciones, empleadores y profesionales de distintos ámbitos para que se posibilite el derecho de las personas con problemas de salud mental a acceder a un empleo.

Además, se quiso recordar que los entornos laborales deben promover el cuidado de la salud mental y el bienestar de cualquier persona, así como fomentar que se pueda hablar sin tabúes sobre los problemas de salud mental.

«El trabajo nos ofrece autonomía e independencia, permitiéndonos construir un proyecto de vida, y, además, en el caso de tener una enfermedad mental es una herramienta para conseguir la recuperación y para formar parte activa de la sociedad», afirmó Belén Torres, presidenta de Asapme.

Además, Torres indicó que «se hacen necesarias medidas que fomenten la integración laboral de las personas con enfermedad mental, siendo imprescindible la formación, la adaptación del puesto de trabajo, el empleo protegido, las cuotas de reserva de empleo y, sobre todo, una mayor sensibilidad de las empresas a la hora de sus procesos de selección».

Por último, la presidenta de Asapme hizo hincapié en que hay que reclamar una igualdad de condiciones en el acceso a los tratamientos necesarios, tanto terapéuticos, como rehabilitadores, y una buena red de apoyo social y laboral, para conseguir eliminar el estigma y respetar la dignidad de las personas afectadas.

Por su parte, la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, destacó que las personas afectadas merecen y necesitan una respuesta, una inclusión y una normalización.

Además, recalcó la necesidad de trabajar para que todas las personas, sin limitación, puedan tener acceso al empleo. «Tenemos que superar los prejuicios irracionales e infundados que hay con todo lo que tiene que ver con la salud mental», expresó.

El consejero de Sanidad, Sebastián Celaya agregó que las entidades, los profesionales de la salud mental y las administraciones tienen que trabajar conjuntamente para dar respuesta y conseguir que estas personas tengan las mismas oportunidades a pesar de la discapacidad que puedan tener.

En este sentido, aseguró que «es el día de reconocer las potencialidades que tienen estos ciudadanos como otros, tenemos que ser capaces de lograr que se integren aprovechando todas sus capacidades».