El 64,7 % del personal universitario (entendiendo como tal a alumnos, profesores e investigadores) del área agroalimentaria de las cuatro universidades del consorcio Campus Iberus afirma conocer los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El estudio, de carácter exploratorio, abarcó más de 600 encuestas a personal universitario de tres países iberoamericanos (Brasil, Colombia y España) y fue realizado en el marco del Máster Propio en Cooperación para el Desarrollo de la Universidad de Zaragoza por la veterinaria Ana Guerrero y dirigido por el sociólogo Juan David Gómez-Quintero, ambos profesores de la universidad pública aragonesa.

Después de dos años de haber entrado en vigor la nueva Agenda 2030, el nivel de información de los universitarios supera con creces el nivel de conocimiento de la población general. Conocer los ODS es un requisito imprescindible para la sensibilización, la concienciación y la acción que nos permitan a todos los seres humanos caminar en la construcción de unos mínimos bienes públicos materiales e inmateriales globales.

Los ODS son diecisiete objetivos de carácter global que incluyen medidas para poner fin al hambre y la pobreza, garantizar la paz, luchar contra el cambio climático y la desigualdad económica, social y de género, así como promover la educación, la salud, el consumo sostenible, el trabajo decente y la justicia.

Ciudadanía crítica

Este tipo de investigaciones se inscriben en la línea de la Educación para el Desarrollo y la Ciudadanía Global, que «promueve el fortalecimiento de una ciudadanía informada, crítica y solidaria que impulse la transformación social y política mediante la lucha contra la pobreza y las desigualdades», según define la Coordinadora de Oenegés.

Aun con todo, el camino por recorrer es muy largo. Conocer intelectualmente no significa cambiar hábitos de vida ni realizar acciones efectivas que promuevan esas diecisiete metas. De hecho, casi un 18% de los entrevistados manifestó que creen que sus acciones no podrán contribuir a la consecución de los ODS, frente al 47,5% que ya lo intenta o el 34,5% que piensa que sí podría contribuir aunque no sabe cómo ni de qué manera.

Entre los encuestados españoles, la forma más habitual de cooperación hace referencia a la compra de productos derivados del comercio justo (43,9%), seguido de ser socio regular de alguna organización solidaria (28,8%) y aportaciones económicas puntuales (20,0%). Una cuarta parte de la muestra no colabora de ningún modo con las acciones de cooperación.

El área agroalimentaria tiene mucho que aportar en la implementación de los ODS, desde su papel fundamental como productor de alimentos para lograr la erradicación del hambre en el mundo, pasando por factores medioambientales relacionados con la sostenibilidad de los sistemas de producción utilizados y por su papel económico y social en el mantenimiento de la población rural.

Las cuatro universidades del Campus Iberus ofertan distintos programas enfocados a la cooperación internacional, los cuales, sin embargo, son desconocidos para casi el 40% de la comunidad universitaria participante. Un resultando alentador es que el 18% de los encuestados ya ha participado en alguno de ellos.