Cuántas veces nos han ayudado en nuestras vidas? ¿Qué sería de nosotros y nosotras si nunca nadie nos hubiese echado una mano en algún momento de nuestra existencia?

Seguramente, todos hemos sido ayudados muchas veces en nuestras vidas: por nuestros amigos, familiares, compañeros de trabajo, vecinos o incluso por personas que no conocemos de nada y que nunca hemos vuelto a ver. Todos tenemos, seguro, algún ejemplo de estos casos, de pequeñas ayudas que nos hacen la vida más cómoda y de otros que, pequeños o grandes, supusieron también cambios más importantes en nuestro destino y que nos han ido construyendo como personas.

El valor de la ayuda es algo positivo. Sin embargo, vivimos en un mundo en el que cada vez se pone más en cuestión por algunos poderes a las personas que dan un paso para ayudar a los demás; defensores de derechos humanos, rescatadores, periodistas que son encarcelados o asesinados por hacer su trabajo…

Al mismo tiempo, se tiende a minimizar, por pequeña y por tanto inútil para generar los grandes cambios que necesitamos para construir un mundo más justo, la ayuda que millones de personas dan y reciben a diario, las personas que apoyan y son parte de asociaciones, colectivos u organizaciones que se preocupan por las múltiples causas que les movilizan más.

Ante esa realidad, Ayuda en Acción acaba de lanzar la campaña #SomosAyuda, con el objetivo de recordar la importancia de la ayuda y su efecto real en la lucha contra las desigualdades. Y es que más de 750 millones de personas siguen necesitando apoyo para salir de la pobreza extrema.

Ayuda en Acción quiere darle su justo valor a la ayuda que prestan las miles de personas solidarias que contribuyen a un mundo mejor, y a la par, reafirmarse en su esencia y razón de ser como organización: ayudar.