Más de 200 millones de mujeres y niñas en todo el mundo viven con las consecuencias de la peligrosa práctica de la mutilación genital femenina (MGF), según un informe de UNICEF, la agencia de la ONU para la infancia. En la próxima década, 30 millones más de niñas y mujeres corren el riesgo de ser mutiladas.

«No es suficiente con prohibir la práctica. En muchos casos esta situación provoca que las familias realicen la mutilación de forma clandestina aún poniendo en riesgo a sus hijas, ya que ante cualquier problema de salud no acudirán al médico por miedo a las represalias», explica Eloísa Molina, Coordinadora de Comunicación de World Vision España.

La mayoría de los 30 países donde se practica la MGF han legislado en su contra. «Sin embargo, hasta que las normas sociales no cambien, la práctica continúa realizándose en secreto», subraya Molina. World Vision y otras organizaciones están educando a las niñas y sus comunidades para que terminen con la ablación. Actualmente, 13 países han establecido marcos legales para prohibir la mutilación genital femenina y han establecido programas de financiamiento de líneas presupuestarias nacionales para abordar esta temática.

Cherop es una niña de 14 años que se crió en Kenia. Como cualquier niña de su edad siempre vivió a la espera de que algún día sería mutilada y/o casada. Sencillamente no tenía más expectativas. Ese día llegó y decidió escapar del matrimonio infantil que se había concertado. Cherop pudo refugiarse en centro de rescate de World Vision. La oenegé desarrolla allí su proyecto Hasta la última.