Montserrat del Toro, la secretaria del juzgado que ordenó los registros del 20-S y testigo clave de las acusaciones, ha relatado este miércoles en el juicio del 'procés' el "miedo" que sintió en el edificio de la 'conselleria' y los avatares de su salida, de madrugada, por la azotea de un edificio contiguo.

Estas son algunas de las frases más relevantes de su interrogatorio:

- "Tuve preocupación todo el día y miedo, miedo como cualquier ser humano a partir de las 21.30, cuando vi lo que había fuera". "Primero fue estrés, ansiedad y al final miedo".

- Las secuelas: "Emocionalmente aguanté tres o cuatro días en mi puesto de trabajo, como buenamente pude (...) El lunes siguiente mi salud quebró y pagué la tensión y el estrés que había pasado todos esos días anteriores". "El año y cinco meses y 16 días que hayan podido pasar desde los hechos me ha permitido revivir por desgracia cada día lo que sucedió y fijarlo en la memoria".

- La concentración a la puerta de Economia: "Hacia las 10.00 ya hay miles de personas y es un murmullo constante desde el interior". (Tras las 21.50) "Oigo un ruido tremendo y veo que la gente queda aplastada contra el cristal. Y me asusto; en cuestión de segundos veo un impacto contra el cristal, era una botella de agua". "Había una avalancha de gente aplastada contra el cristal".

- Más de 14 horas en la 'conselleria': "(Un guardia civil) me comentó que era imposible pedir comida ni siquiera por teléfono, porque si la gente veía llegar a un pizzero sabría que era para nosotros y no podía poner en peligro a nadie". "Apareció un agente con un paquete de bocadillos, cinco o seis a repartir entre los que estábamos (...) El mismo que lo traía dijo que una mossa le había hecho entrega de esa comida porque, la palabra que utilizó es: 'se ha apiadado de nosotros'. Tal cual".

- Sobre las dificultades de la comitiva judicial para salir: "Cuando hice un comentario de 'bueno, si no podemos salir por la calle, que venga el helicóptero', los agentes se creyeron que estaba de broma.Lo decía muy en serio". "Comprobé que mi petición inicial de pedir un helicóptero no era viable, porque estaba lleno de antenas (la azotea). Me asomé a la esquina del edificio y vi muchas plantas más abajo un mar de gente".

- El papel de los Mossos: "El teniente me dice que pidió que se adoptaran medidas de seguridad, que llamaran a efectivos necesarios para formar un cerco alrededor de la puerta pero la intendente Laplana había considerado que era innecesario", "Llamaron (desde el TSJ) a Trapero, le expusieron la situación, le dieron media hora, bien es verdad, para sacarme de allí".

- Las tres alternativas para salir del edificio: "La primera oferta que me hicieron es que saliera sola por la puerta principal, custodiada por dos mossos (...). Esa opción yo ni la contemplé". "Después se me hizo una segunda oferta, con las mismas premisas, se formaba un pasillo con civiles a cada lado (...) Por las mismas razones la rechacé". "Hubo una tercera oferta, en vez de pasillo por gente de civil habría sido formado por agentes de la Brimo (...). Dije que no, ni como persona ni como profesional podía admitirse".

- La llamada al juez: "Después de hablar con el teniente de la Guardia Civil, que me dijo que no había más opciones, que no esperara más ayuda, dije en ese caso solo queda recurrir a la única persona que sabía que podía hacer algo por mí, el magistrado instructor". "Las únicas palabras que le dije fueron 'me tienes que sacar de aquí'".

-El paso por la azotea: "Comparecen dos hombres no uniformados que me dicen ser mandos de Mossos y que han recibido una orden de Trapero en virtud de la cual habían buscado una salida alternativa". "(...) Salimos por una puerta metálica a la azotea, siempre me piden que me oculte", "Había un murete de un metro pero como ustedes comprenderán no lo pude saltar. Me ayudaron (...). Con la ayuda de los Mossos me descuelgo y me introducen por un pasillito a los camerinos del teatro".

- La salida: "Consiguen convencer al gerente (del teatro) y salimos, con el mosso que me custodiaba junto a algunos actores y corriendo, porque a menos de dos metros estaba parte de la manifestación". "Con mucho disimulo corrimos a la derecha hasta el primer vehículo no logotipado de Mossos, que estaba oculto tras unos furgones sí logotipados. Todo eso después de las doce. Llamé al magistrado y le dije 'ya estoy fuera'".