Un grupo de 15 personas se sentarán en el banquillo de los acusados por el asalto ultra al Centre Cultural Blanquerna en Madrid ocurrido el 11 de septiembre del 2013 durante un acto oficial conmemorativo de la Diada. En el ataque fueron agredidas varias personas, entre ellos el diputado de CiU, Josep Sánchez Llibre. El fiscal reclama en su escrito de acusación dos años de prisión para cada uno de los imputados por presuntos desordenes públicos, además de multas por otros delitos o faltas, como daños, atentado y lesiones. La Generalitat solicita hasta cuatro años de prisión y la acusación particular en nombre d e CiU y Josep Sánchez Llibre hasta cinco años de cárcel.

El titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid, Juan Javier Pérez Pérez, ha acordado la apertura de juicio oral contra 15 acusados de participar en el ataque al considerar que existen indicios de criminalidad contra ellos. Asimismo, ha decidido mantenerles en libertas y citarles para que presenten una fianza conjunta por los desperfectos ocasionados y por las lesiones ocasionadas a un cámara de televisión. El juicio se celebrará en la Audiencia Provincial de Madrid.

El fiscal relata en su escrito de acusación que sobre las 20.45 horas del 11 de septiembre del 2013 en el centro cultural Blanquerna se iba a iniciar un acto por la Diada, organizado por la Generalitat y al que se accedía con invitación oficial. En ese momento y cuando el delegado de la Generalitat en Madrid, Josep Maria Bosch, tomaba la palabra en el acto, irrumpieron en el interior del local un grupo de personas que previamente se habían puesto de acuerdo para protestar e "impedir su celebración", actuando "por motivos claramente indológicos".

La acusación sostiene que los 15 imputados, "atentando contra la paz social y actuando en grupo de forma conjunta", accedieron a la planta baja del inmueble, librería abierta al público, y desde allá descendieron a la piso inferior, donde se iba a desarrollar el acto. El grupo, agrega la acusación pública, exhibían bandera españolas y coreaban consignas tales como "no nos engañan, Cataluña en España".

Los ultras ocasionaron desperfectos en la puerta y cristal de local. Al delegado de la Generalitat en Madrid, José Maria Bosch, le llamaron “catalán de mierda”, le dijeron que le iban a matar y uno de los imputados le agredió. También fue golpeado el diputado de CiU Josep Sánchez Llibre y un cámara de TV3.

El abogado Rafael Entrena, que representa al diputado Sánchez Llibre y a CiU, ha manifestado hoy su “sastisfacción” por la instrucción de la causa y el posicionamiento del fiscal, que atribuye a los acusados delitos importante, “resultado acreditado la gravedad de los hechos”.