La fecha elegida por la Zarzuela para comunicar la abdicación del Rey ha sido muy difícil de decidir, ha sufrido cambios y en ese proceso se han tenido en cuenta muchas variables. Las más importantes son estas, por orden cronológico: las elecciones europeas de mayo, la consulta independentista en Cataluña del 9 de noviembre y el proceso de renovación del PSOE, con unas primarias que estaban convocadas en principio para finales de ese mes.

El Rey empezó a pensar que tenía que dejar paso a su hijo el 6 de enero. Aquel día, según fuentes de su entorno, se llevó un disgusto muy importante por los errores que cometió al leer el discurso en la Pascua Militar. Acababa de cumplir 76 años y en aquel acto, en el que titubeó y se trabó en varias ocasiones, se dio cuenta de que ya no ejercía el cargo del jefe del Estado como antes. El Monarca comentó su voluntad de abdicar a su esposa, Sofía, al Príncipe de Asturias y al jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno. La maquinaria para preparar el relevo se puso en marcha.

Podía ser algo inmediato, pero Juan Carlos no lo quiso así. Fuentes de su equipo explican que quería superar la última operación de cadera y recuperar el vigor físico para no irse como un Rey convaleciente y apagado. De ahí que, una vez que los médicos le dieron permiso para volver a viajar, el Monarca haya dado un impulso a su agenda internacional. En los dos últimos meses, ha visitado en tres ocasiones al Golfo Pérsico para apoyar a las empresas españolas. También ha querido dejar claro que se ha implicado en el desafío soberanista que plantea Cataluña y que está trabajando por crear "un clima de diálogo" que facilite el entendimiento entre Artur Mas y el Gobierno de Mariano Rajoy.

Una vez recuperada la normalidad institucional y con el Rey a pleno rendimiento en su puesto, había que decidir la fecha.

Podía ser entre el 25 de mayo (no antes para no entorpecer el proceso electoral europeo) y hasta el 31 de agosto. Es decir, se descartó desde el principio que la abdicación se anunciara en septiembre, octubre o noviembre, meses en los que se espera que rebrote el sentimiento independentista con el posible referendo del 9-N y en los que el PSOE tenía previsto debatir su futuro. Tampoco en julio y agosto, con el Congreso de los Diputados de vacaciones, una situación que habría dificultado los cambios legales necesarios para la abdicación.

Así las cosas, se llegó al mes de junio. Según fuentes de la Zarzuela, se pensó en hacer el anuncio la semana pasada, pero la debacle del PSOE en las urnas les hizo aplazar la decisión. El jueves pasado, Mariano Rajoy, Alfredo Pérez Rubalcaba y el propio Monarca decidieron que el día sería el 2 de junio. Los Reyes, los Príncipes y el presidente del Gobierno estaban en Madrid.