El discurso gubernamental sobre la solidaridad territorial y la dependencia que tienen las comunidades pobres de las ricas parece haber sido asumido por la opinión pública. El resultado es que el 44,1% de españoles consideran que el esfuerzo de las comunidades ricas para contribuir a la financiación de las menos favorecidas es insuficiente. Sólo el 5,2% de encuestados opinan que las aportaciones son excesivas, mientras que el 34,6% las consideran adecuadas.

Ni siquiera en Cataluña, a pesar del debate abierto sobre el déficit fiscal, la opinión pública se rebela contra el volumen de aportaciones: sólo el 18,1% considera que son excesivas; el 43,9%, adecuadas, y el 23,2% cree que son insuficientes.

En las dos Castillas y Andalucía, más de la mitad de la población encuestada manifiesta que las autonomías ricas no aportan lo suficiente. Sorprende la opinión expresada por los ciudadanos vascos interrogados: sólo el 2,5% cree que la contribución es excesiva y el 40% dice que es insuficiente.

ESTADO PLURINACIONAL Donde el discurso del Partido Popular no ha hecho mella es en la percepción de la posibilidad de hacer cambios en la Constitución. Como en el Barómetro de otoño, el 70,4% de los encuestados se manifiestan a favor de reformarla para atender nuevas realidades, y sólo el 21,8%, en contra. Además, se mantiene el porcentaje de quienes están de acuerdo con que las autonomías puedan tener más competencias (el 64,6%), aunque también el de quienes se oponen a tal medida (el 23,2%).

Pese a estos datos, aumenta la visión de España como una única nación: así la ven al menos el 38,2% de los encuestados, frente al 35% registrado en octubre. No obstante, la concepción de España como un Estado plurinacional sigue siendo mayoritaria. Un 53,3% de los encuestados dice creerlo así.