El "autor intelectual" de la masacre del 11-M fue "sin ninguna duda" Eddin Barakat Yarkas, Abú Dahdah . Este activista está considerado como el jefe de Al Qaeda en España. Fue detenido y encarcelado en noviembre de 2001 por orden del juez Baltasar Garzón por su presunta participación en los atentados del 11-S.

Según informó ayer a la comisión del 11-M el jefe de la sección segunda de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE), Rafael Gómez Menor, Abú Dahdah enviaba a los activistas a los campos de entrenamiento de Chechenia, Afganistán y Bosnia y mantenía relaciones directas e indirectas con un grupo de seguidores en España entre los que se encontraban Jamal Zugam, Abdelmajid Fajet, el Tunecino ; Allekema Lamari y Rabei Osmán Sayed, el Egipcio . Los tres primeros murieron en el piso de Leganés.

SEGUIDORES DE DAHDAH Para el mando policial, "Abú Dahdah era el jefe del mal" y los citados activistas, junto con otros, se consideraban "seguidores suyos", pero "no tenían realmente una organización" sino "amistad". Según apuntó Gómez Menor, en la matanza de Madrid intervinieron los seguidores de Abú Dahdah junto con la trama del explosivo y otra de delincuentes habituales, que capitaneaba Jamal Ahmidam, el Chino .

Según el jefe de la UCIE, Zugam y el Tunecino mantuvieron "contactos" con Abú Dahdah , con quien también habló Mustafa Maymuni, cuñado de el Tunecino y quien primero alquiló la casa de Morata de Tajuña (Madrid) en la que se montaron las bombas. Maymuni está preso en Marruecos por su implicación en los atentados de Casablanca. Estos activistas junto con Rabei Osmán Sayed, el Egipcio , y Allekema Lamari, fueron controlados por la policía antes de la masacre, pero no detenidos "porque no realizaron actividades delictivas", dijo el mando de la UCIE.

Sobre la trama del explosivo, el fiscal jefe de Asturias, Gerardo Herrero, desmintió que la Guardia Civil hubiera comunicado formalmente la venta de 150 kilos de dinamita robada en febrero del 2003, aunque un capitán apellidado Marful comentó la incipiente investigación en una cafetería.