La Audiencia Nacional dejó ayer visto para sentencia el juicio a los presuntos etarras Mikel Ayensa Laborda y Alberto Viedma Morillas. Ayensa disparó tres veces al subteniente del Ejército Francisco Casanova mientras Viedma le cubría. El militar resultó muerto. Los hechos se produjeron en agosto del 2000 en Berriozar (Navarra). En la vista de ayer se negaron a declarar y forzaron su expulsión de la sala golpeando el cristal blindado que les protegía.