La "dura oposición" anunciada por el secretario general del PP, Mariano Rajoy, degeneró ayer en una retahíla de improperios contra el nuevo ministro del Interior, José Antonio Alonso. Su predecesor en el cargo y hoy adjunto de Rajoy, Angel Acebes, calificó a Alonso de "miserable, vil, mediocre e incompetente" por haber declarado la víspera que fue el Gobierno del PP, y no la policía, el que no supo prever los atentados islamistas del 11-M en Madrid.

"Hubo una clara imprevisión política. No de las fuerzas de seguridad, que avisaron con cierta reiteración de que esto podía ocurrir". Esta aclaración, que Alonso hizo el martes en la SER para exculpar a la policía de toda responsabilidad en el 11-M, desató ayer una bronca política sin precedentes.

"MINISTRO DE LAS INSIDIAS" Con gesto grave y lenguaje ofensivo, Acebes convocó a la prensa para insultar a su sustituto, a quien achacó una actitud "indecente", definió como "el ministro de las insidias socialistas" y le emplazó a pedir disculpas por haber cometido la "vileza" de culpar del 11-M al PP, en vez de a los terroristas. No obstante, se mostró remiso a que el Congreso investigue los hechos, y alegó que prefiere esperar a que se levante el secreto de sumario.

Según Acebes, la lucha antiterrorista está "en las peores manos": las de un ministro "que España no se merece", pues como jurista se opuso a las reformas contra ETA y apoyó a los jueces que excarcelaban a los etarras. Sólo le faltó pedir su cese.

El exministro culpó a Alonso de haber infligido "un golpe de difícil reparación" al pacto antiterrorista PP-PSOE, que no dio por roto. De hecho, dijo que irá la próxima cita de los firmantes para llamar "miserable" a Alonso a la cara.

Rajoy expresó por carta a Zapatero su "indignación" y se quejó del incumplimiento del apartado del pacto que prohíbe usar el terrorismo en la pugna política. Luego, en Valencia, Rajoy censuró la "tropelía" de Alonso, que eludió el debate tras recibir a las asociaciones de víctimas del terrorismo.